El Opel Combo Life es un coche muy versátil, con un gran espacio interior.
En mayo de 2018, Opel presentó por primera vez en España su nuevo vehículo multiusos. La nueva generación del Opel Combo Life utiliza la misma plataforma de vehículo comercial ligero que también se ha utilizado para desarrollar los nuevos Citroën Berlingo y Peugeot Rifter, ambas del grupo PSA.
Para ello, hemos pedido la unidad con batalla corta (L) con el Motor diésel de 1.5 litros y 130 cv, con cambio manual de 6 relaciones.
Esta quinta generación del Opel Combo Life, cubre las necesidades de familias y autónomos de carga y transporte. El Opel Combo Life está disponible en dos carrocerías, carrocería compacta (L) o larga (XL), con capacidad para 5 o 7 pasajeros.
Esta plataforma permite disponer de los últimos avances tecnológicos y ofrece versiones de pasajeros realmente completas en lo que respecta tanto a equipamiento como confort y seguridad a fin de suponer una alternativa a los monovolúmenes y los SUV más tradicionales.
Diseño: ¿Conocido?
En la gran mayoría de modelos de este segmento, la relación con el resto de la gama en lo que respecta suele ser evidente. Pues bien, el Opel Combo Life no es ninguna excepción. Se parece bastante al resto de la gama de turismos de Opel. Esto permite dotarlo de un diseño más estilizado que le acerque a un turismo.
En el frontal, el ADN de Opel está claramente diferenciado, con la gran parrilla que incluye el logo de la marca con las dos alas cromadas que se abren hacia los pilotos delanteros. Estos tienen las luces diurnas de tipo LED. Aunque lo que no me ha gustado en absoluto es que los faros son halógenos y no existe la posibilidad de equipar unos faros LED o Xenón.
En este acabado Innovation, las luces antiniebla tienen función de giro, es decir, cuando giras el volante hacia cualquiera de los lados se enciende el antiniebla correspondiente para alumbrar más.
La vista lateral la protagonizan 2 puertas correderas que son de serie en este acabado, pero en el Expression la izquierda es opcional (800€). Las protecciones son del color de la carrocería y las puertas son de apertura manual, contando con ventanillas eléctricas y cristales traseros oscurecidos.
En el caso de esta unidad los espejos retrovisores son del mismo color que la carrocería, sin embargo, no cuentan con los intermitentes integrados ni detector de ángulo muerto. Pero sí que equipan plegado eléctrico.
Los marcados pasos de rueda, acentúan aún más el aspecto a un monovolumen. Esta versión corta (L) mide 4,40 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,84 metros de alto, lo que mejora enormemente su maniobrabilidad tanto en ciudad como a la hora de aparcar.
Sin embargo, se ofrece otra versión más larga (XL) que alcanza los 4,75 metros de largo, 1,85 metros de ancho y 1,88 metros de alto.
En la parte trasera es donde más se aprecian sus similitudes con una furgoneta, aunque el toque lo ponen los pilotos traseros, muy similares a los de la Mercedes Vito. Hay opción de equipar dos puertas asimétricas abatibles con un sobrecoste de 300 €.
Al igual que pasa en todos los modelos rivales, el portón es manual. Además esta forma de abrir el portón junto con lo grande que es, hace que se necesite mucho espacio para poderse abrir. Pero los de Opel han pensado en esto también y por ello, se puede abrir sólo la luneta posterior, muy útil en espacios reducidos.
Por último y, visto desde arriba, el Opel Combo Life equipa una antena de tipo convencional, dos barras de techo y un enorme techo panorámico -ambos de serie en este acabado- que, a pesar de no abrirse, ofrece estores eléctricos y un enorme hueco con iluminación LED para guardar objetos.
Interior: Muy espacioso y con numerosos huecos
El interior del Opel Combo Life es mucho más similar al Peugeot Rifter y la gama PSA, salvo por pequeños detalles propios como el volante y sus palancas. Esto no es ni bueno ni malo, ya que realmente el Rifter es muy similar a un turismo, salvo por la postura de conducción más elevada.
Pero… Una cosa os digo, atrás quedan las rústicas furgonetas de hace unos años, y se abre una oportunidad para aquellos que utilizan su vehículo para carga y para asuntos familiares ya que demuestra que ahora los vehículos comerciales tienden a parecerse cada vez más al resto de modelos, con una sensación de calidad mucho más elevada y creerme eso es realmente positivo.
En este tipo de vehículos es inevitable encontrarnos con plásticos rígidos allí donde se mire, pero aunque la sensación visual es sobria, también lo es agradable en su conjunto gracias a algunos detalles como la pantalla del sistema multimedia, enmarcada en negro brillante (muy sucio para mi gusto).
Y por supuesto, la sensación de espacio en las plazas delanteras es espectacular, aunque eso sí el puesto de conducción es algo rígido. Por ejemplo, si llevamos el respaldo un poco inclinado hacia atrás, ya os aseguro que no llegáis para regular el espejo retrovisor central.
El volante es ajustable en altura y profundidad, es cómodo y muy similar al que podemos encontrar, por ejemplo, en el Opel Insignia Country Tourer que probé recientemente. La sensación de solidez es buena y, sin llegar a ser lujoso, se ha trabajado el habitáculo para que no se vea la chapa ni se noten grandes diferencias respecto a los turismos.
Tras el volante, encontramos una instrumentación formada por dos diales analógicos para el velocímetro y el cuentarrevoluciones, una pantalla aceptable en tamaño para el ordenador de a bordo (con solo información en blanco y negro sobre dos viajes, el A y el B) y dos indicadores de aguja sobre esta para informarnos sobre el nivel de gasolina y la temperatura del aceite.
El diseño del salpicadero es bastante limpio y moderno, con los botones necesarios para las funciones básicas del sistema de infoentretenimiento y el climatizador bizona. La pantalla flotante de ocho pulgadas está en la posición ideal, tanto en distancia del conductor como en la altura visual. Eso sí, para mi gusto, los gráficos y los menús son meramente mejorables.
Como he mencionado anteriormente, es muy espacioso, contamos con 3 posavasos el los que podemos dejar cualquier objeto, así como debajo de los mandos del climatizador, zona que puedes convertir en cargador inalámbrico por 100 €. Además, el gran cristal delantero hace que nuestro ángulo de visión sea mayor.
Es curioso, pero si os habéis fijado, este coche tiene dos guanteras, la de arriba más grande que la de abajo. Esta idea, ha llevado a Opel a tener que poner el airbag del acompañante en el techo.
Como os he mencionado antes hay un portaobjetos transversal de delante a detrás en el que podemos dejar nuestros objetos, aunque eso sí por debajo al ser cristal y estar iluminado por led, nuestros objetos se ven, lo que puede sugerir a alguien que se monte en el coche (si somos de llevar muchos trastos) una sensación de desorden exagerada.
En lo referente a las plazas traseras, es cierto que abatir y desplegar los asientos resulta sencillo. Lo malo es que la banqueta trasera no es deslizable ni reclinable en esta unidad (solo se puede abatir). ¿Y la habitabilidad, es buena? La verdad es que sí, tanto por altura como en anchura es muy buena en todas las plazas, gracias a los tres asientos individuales y las puertas correderas. Aunque eso sí, al no ser reclinables, algunas de las personas que se han sentado me han comentado que «vas pinchado«, sin embargo, a mi no me pareció tanto.
Encontramos asientos abatibles en proporciones 30/35/30. Además, en los respaldos de los asientos delanteros nos encontramos con unas mesas plegables y bolsillos pequeños donde poder depositar más objetos. Contamos con una toma de 12 voltios tras la plazas posterior derecha.
Al no llevar reposabrazos central, la plaza trasera central cuento con un mullido cómodo, al mismo tiempo de espacio entre filas debido a que no disponemos de un túnel central. El climatizador bizona cuenta con salidas de aire al finalizar la consola central. Las puertas correderas dejan un espacio de acceso muy amplio. En la segunda fila, cualquiera de los tres asientos individuales puede incorporar una sillita infantil gracias a los anclajes ISOFIX.
Voy a pararme aquí un segundo y os voy a explicar esto: los dos asientos independientes de la tercera fila son deslizantes y extraíbles, con el fin de adaptarse a cualquier situación dando prioridad, según cada necesidad, al volumen de maletero o al espacio para las rodillas de los pasajeros siempre y cuando se pague la cuantía de 700 €.
En lo referente al espacio de carga es bastante generoso. Esta unidad de carrocería corta (L) tiene un mínimo de 597 litros de maletero (850 litros la versión larga), los cuales se pueden ampliar hasta 2.126 litros (2.693 litros la versión larga) o reducirse hasta los 65 litros (209 litros la versión larga) cuando desplegamos la tercera fila de asientos de los siete plazas (no disponible en esta unidad). El suelo del maletero queda a 580 mm del suelo, lo que facilita el tener cargar objetos pesados.
La bandeja del maletero se puede colocar a dos alturas y mención de honor reciben los abundantes huecos portaobjetos. Hay multitud de ellos repartidos por el habitáculo, incluso bajo los pies de la segunda fila, y gozan de un generosísimo tamaño.
En el techo, encima del maletero, hay un cajón portaobjetos en el de 36 litros de capacidad con un aguante máximo de 10 Kg, que se abre pivotando hacia abajo. Por último, equipa de serie una rueda de repuesto homogénea en lugar del kit antipinchazos.
Motor: Más que suficiente
La oferta de motores en el Opel Combo Life es la misma que en sus hermanos, el Peugeot Rifter y el Citroeën Berlingo. ¿De qué gama disponemos? Disponemos de 3 motores diesel 1.5 TD con tres niveles de potencia: 75, 100 y 130 cv, este último con opción de caja de cambios automática de 8 velocidades. Y contamos con un único motor gasolina 1.2 Turbo de 110 CV, con transmisión manual de seis velocidades.
No es un motor que entregue la potencia con contundencia, sino de una forma muy lineal. Es a partir de las 1.900-2.000 vueltas cuando empuja con mayor contundencia, sin perjuicio de que sea capaz de recuperar con cierta energía desde aproximadamente 1.500 revoluciones sin transmitir excesivas vibraciones. Pero eso sí, es un motor que por debajo de las 1.500 rpm rinde lo suficiente como para moverse por ciudad cargado.
Por otra parte, no es un motor al que le cueste ganar o mantener una buena velocidad en autopista, aunque sí que es cierto que en pendientes pronunciadas necesitará que bajemos una marcha para mantener la velocidad cuando circulamos en sexta marcha, y eso sin ni siquiera ir cargados. Gira a 2.250 rpm cuando circulamos a 120 km/h en sexta.
Sus cifras son aceptables para un comercial, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos, un 80-120 km/h en 9,4 segundos en cuarta velocidad y una velocidad punta de 185 km/h. En cualquier caso, hemos de tener en mente el volumen de carga con el que solemos circular, pues en viajes 75 CV se nos van a quedar cortos, pero quizás con 100 CV tenemos suficiente.
Por último y, respecto al cambio, cabe señalar que no es el típico de un vehículo comercial. Esta caja manual de seis relaciones no ofrece un tacto deportivo ni un guiado extremadamente preciso, pero resulta muy cómoda de utilizar, con unos recorridos y un escalonamiento acertados. Eso sí, la holgura de la palanca, junto con el grosor del pomo (para mi gusto, grande) sigue siendo un problema a rematar por PSA.
Una de las cosas que has de tener en cuenta a la hora de adquirir un vehículo de estas características es cómo matricularlo. No matricularlo como turismo puede tener sus ventajas fiscales, pero en ese caso no tendrás los mismos límites de velocidad que un turismo. Atento a la tabla:
Vehículos derivados de turismo y vehículos mixtos adaptables | Autopista/Autovía | 100 km/h |
Vía convencional con 1,5 metros arcén | 90 km/h | |
Resto vías fuera de poblado | 80 km/h | |
Furgones | Autopista/Autovía | 90 km/h |
Vía convencional con 1,5 metros arcén | 80 km/h | |
Resto vías fuera de poblado | 70 km/h |
Comportamiento: Parece un turismo
El comportamiento de este tipo de coches es muy similar, combina un gran confort en autopista para viajar con gran maniobrabilidad en ciudad, pero está claro que tiene sus limitaciones en tramos de curvas dada su altura y centro de gravedad más elevados.
Sus dimensiones facilitan bastante las maniobras en ciudad, sobretodo en el tráfico diario. Como ocurre en este tipo de vehículos, ofrece buena visibilidad, mejor que en algunos rivales que equipan doble puerta posterior, y adicionalmente podemos equipar cámara de marcha atrás y sensores traseros/delanteros. La postura de conducción es algo vertical (para mi gusto) para un monovolumen, asemejándose en exceso a un vehículo comercial.
En autopista es realmente cómodo y con buena insonorización. En el momento en el que nos ponemos a circular a 120 km/h, el sonido de rodadura y del motor, no son perceptibles. Pero … debido a la mayor altura, el ruido aerodinámico aumenta respecto a un turismo, pero no llega en ningún momento a resultar incómodo.
En este tipo de vehículos, la suspensión está pensada para soportar peso, por eso su tarado es más bien tirando a blando, aunque tiene un buen equilibrio en su conjunto. No es una suspensión que rebote en exceso, pero su recorrido es corto y en algunos resaltos oiremos una especie de golpe (como si golpeamos los bajos del vehículo) incluso a baja velocidad.
Sin embargo, la suspensión filtra muy bien las irregularidades del terreno y en plena curva no tienes ni la más mínima sensación de ir montado en un vehículo torpe.
Respecto a la dirección, hay vehículos como el Peugeot Rifter que al tener un volante más pequeño, facilitan la maniobra mucho más, pero este al llevar el volante del Opel Insignia, gana mucho con respecto a sus rivales. Ofrece una gran asistencia (no va en función de la velocidad) y una notable rapidez, lo que hace que el vehículo cambie de trayectoria con mucha eficacia y con apoyos naturales, aunque estos no sean igual de buenos que en un turismo.
Finalmente, en este caso no podemos hablar de las capacidades fuera del asfalto porque nuestra unidad no equipaba el sistema IntelliGrip Control, que nos permitiría cierta libertad off road. Más adelante llegarán las versiones de tracción total bajo la firma de Dangel.
Equipamiento: Acabado Innovation
El Opel Combo Life se ofrece en el mercado español con tres niveles de acabado denominados Expression, Selective e Innovation. El primero ya cuenta con ABS, EBD, TCS, ESP, TPMS, varios airbags, aviso pre-colisión, alerta de cambio de carril, lector de señales de tráfico, encendido automático de luces, aire acondicionado, elevalunas, cierre con mando, ordenador y sistema de sonido R4.0 con bluetooth y USB.
Los Selective añaden a lo anterior la puerta deslizante izquierda con ventanillas abatibles, tiradores y espejos en color carrocería, asiento posterior abatible por partes, sensores de aparcamiento traseros, sistema multimedia R5.0 con pantalla táctil de siete pulgadas, seis altavoces, moqueta específica…
Por último, el acabado Innovation (el de esta unidad) cuenta con techo de cristal, asientos posteriores abatibles en tres partes, luces diurnas por LEDs, portón posterior con luneta practicable, elevalunas eléctricos posteriores, barras de techo, faros antiniebla con iluminación en curva, llantas de aleación de 16 pulgadas, espejo interior fotosensible y volante en piel, entre otros.
Cuenta con dos tomas USB, una de audio y es compatible con MirrorLink, Apple CarPlay y Android Auto, permitiendo incorporar navegación 3D TomTom (700 €) de manera opcional.
A diferencia del Peugeot Rifter, el Opel Combo Life no puede equipar control de descenso de pendientes. Opcionalmente, podemos equipar una toma de 230V (50 €), Head Up Display (400 €) o asientos delanteros y volante calefactables (282 €), pero no con ajuste eléctrico o de cuero.
Dependiendo de las versiones, podemos equipar un freno de mano eléctrico (200 €) que repercute en unos amplios compartimentos portaobjetos (de serie en este caso).
Consumo: Muy bueno
Por su parte, los consumos reales son muy buenos, aunque más elevados que los homologados (4.8 litros en ciudad, 4.0 litros en carretera y 4.3 litros en combinado). Tras la semana de pruebas por autopista y ciudad, el consumo medio se detuvo en 5.6 l/100 km, rondando los 7.0 litros en ciudad y los 6.0 litros en carretera. El depósito tiene una capacidad de 50 litros, lo que nos da una autonomía real de 800 km.
Este vehículo cuenta con la etiqueta de la DGT C, la cual en Madrid, nos permite obtener un 10% de descuento a la hora de aparcar dentro del área metropolitana.
En definitiva, es un vehículo diseñado para usarlo tanto de vehículo de carga como familiar, está a la última tecnológicamente hablando y tiene un diseño similar al del resto de la gama Opel con un consumo muy bueno.