Sensaciones al volante

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Opel Insignia Country Tourer 2.0 Turbo 260 CV

Hoy probamos el <b>Opel Insignia Country Tourer 2.0 Turbo 260 CV</b> un coche aventurero y familiar.

Hoy probamos el Opel Insignia Country Tourer 2.0 Turbo 260 CV un coche aventurero y familiar.

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Hace un par de meses os traje el Opel Insignia Sport Tourer, un coche que nos dejó un sabor de boca extraordinario. Pues bien, hoy os traigo el Opel Insignia Country Tourer, con un aire más campero y aventurero que sin lugar a duda atrae miradas.

Esta unidad monta el motor gasolina 2.0 litros de 260 CV con una cambio automático de 8 relaciones, que me dejó atónito con la entrega tan increible de par.

Diseño: Aventurero y familiar

Según me entregaron las llaves del coche, pensé en que ese diseño aventurero le sienta realmente bien, hasta el punto de pensar que era (para mi gusto) mejor que el diseño del Opel Insignia Sport Tourer.

En la parte delantera, nos encontramos que no varía con respecto a la carrocería berlina, con unos faros con tecnología matrix led que funcionan de escándalo, era como el día en la noche. Me explico, imaginaros  una carretera secundaria sin iluminación alguna, con un carril para cada sentido, el coche lleva permanentemente las largas y apaga los leds suficientes para no deslumbrar a ningún vehículo, manteniendo el resto de la vía iluminada. 

En autopista y autovías es exactamente igual, imaginaros una carretera con dos carriles para cada sentido totalmente oscura, pues pasa exactamente lo mismo, el coche lleva permanentemente las largas y apaga los leds suficientes para no deslumbrar a ningún vehículo, manteniendo el resto de la vía iluminada. 

Esta nueva parrilla tiene una forma más afilada que antes y junto con estos nuevos faros, hacen que tenga un mayor toque de deportividad. Me resultó gracioso que el logotipo de Opel esté presidido por dos alas que le dan más protagonismo. 

Otro detalle mejorable en sus acabados lo tenemos en la cámara frontal, que va montada bajo el logo de Opel. Es la segunda vez que pruebo un Insignia equipado con la visión periférica con cámaras y en las dos ocasiones he tenido que volver a colocar en su sitio la cámara delantera. Las presillas que la fijan en su soporte se desprenden fácilmente y la cámara se cae dentro del hueco. Lo notas enseguida porque, al maniobrar, ves algo raro en la imagen de esta cámara. Este problema se debe a la combinación de dos factores:

  • La cámara frontal está ubicada en un punto muy expuesto a golpes
  • El soporte de la cámara no la sujeta correctamente

Cuando me puse a mirar fijamente la parte lateral, me di cuenta de que el techo parece ir en descenso, pero que va, resulta que es una ilusión óptica que se produce por la forma de los cristales y esa gran moldura cromada que llega hasta los faros traseros, un detalle que muestra el “cariño” puesto en el diseño exterior de este coche. Además los casi 5 metros de largo permiten que las puertas tengan un generoso ángulo para hacer más fácil entrar y salir.

Una característica típica de un SUV  son los paragolpes de plástico en color negro, y este coche no podía ser menos, junto con la tracción 4×4 y una mayor altura libre al suelo le permite salir del asfalto de vez en cuando. 

Las llantas de este Insignia Country Tourer, me llamaron la atención, ese color bitono le sienta realmente bien y más con los frenos firmados por Brembo.

Empecé a hacer preguntas a familiares y amigos que me dieran sus opiniones y uno de ellos me dijo “Es un diseño bastante elegante, que junto con el color de la carrocería es la combinación ideal para este coche”. 

En la parte trasera nos encontramos con un portón automático que deja un umbral de carga muy bajo, enrasado con el paragolpes, lo que facilita enormemente la carga y descarga del mismo. Los pilotos traseros son de LED excepto los intermitentes y la luz de marcha atrás. 

Interior: Lujoso y sin fin

Opel ha hecho un gran esfuerzo en el interior, logrando una mejor imagen que el modelo anterior, que no era mala. El resultado es muy bueno y el Insignia deja una excelente impresión al abrir las puertas y sentarse en unos asientos con regulación eléctrica y con sello AGR que garantiza una ergonomía aprobada por especialistas. 

El diseño interior es igual que en sus hermanos el Opel Insignia Grand Sport y el Opel Insignia Sport Tourer.

Cuando me senté en el interior por primera vez, me puse a tocarlo todo y me di cuenta de que los materiales del salpicadero y de las puertas son de buena calidad, con un tacto blando, que no desagrada en absoluto. Además en los mandos que tocamos con más asiduidad como el volante, la palanca de cambios, la palanca de los intermitentes, los botones del aire, etc. tienen un tacto premium.

Pero no todo son ventajas, la ubicación de algunos elementos no es la correcta, sentados en el asiento del conductor, te das cuenta de que varios mandos no están a la vista o son de difícil acceso.

Por ejemplo; el volante tapa las teclas que permiten ajustar la altura, la información y la iluminación del Head Up Display, y exactamente lo mismo con lo mandos de las luces que se encuentran ubicados muy abajo y obligan a desviar mucho la mirada de la carretera.

Además las teclas del cambio involuntario de carril, del start and stop, de los sensores de parking, de los modos de conducción Tour y Sport y el asistente de aparcamiento , se encuentran ubicadas delante de la palanca de cambio.

Volviendo a la primera vez que me monté en el coche, me di cuenta de que era enorme, miré hacia detrás y dije “¡guau! que coche tan largo y tan bonito” El techo solar me impacto bastante, ya que era uno de los más grandes, por no decir el más grande que había visto, lo que permitía una sensación de amplitud aún mayor de la que te proporciona el coche, es más si se va en las plazas traseras, un techo solar tan grande es perfecto para viajes por la noche admirando el cielo. 

En cuanto al espacio en los asientos traseros, el Opel Insignia Sport Tourer es generoso en distancia para las piernas y la cabeza. No podría ser de otra manera siendo el más largo de su categoría con prácticamente 5 metros de largo. A lo ancho, la cosa cambia si se viaja con tres personas en los asientos traseros pero algo más apretados de lo que el tamaño del Insignia nos sugiere.

El maletero es amplio, tiene unas formas muy regulares y un hueco de acceso enorme con una capacidad de 560 litros. Te puedo asegurar que en esta configuración caben muchas cosas, para mi gusto más de lo que te puedes llevar de viaje. 

Si se necesitara más espacio se pueden abatir los respaldos traseros en proporción 40/20/40 y dejan un suelo completamente plano llegando hasta los 1.665 litros de capacidad. Los tiradores para abatir los asientos se encuentran en los laterales del maletero.

Además, cuando te acercas con la llave en el bolsillo, se proyecta un icono de un coche, debajo del maletero, para que sepas que si pasas el pie por debajo, se abre y se cierra el maletero de forma automática, lo que nos facilita bastante las cosas cuando vamos cargados con bolsas en las dos manos.

Motor: El idóneo para este coche

El motor es un motor gasolina 2.0 litros de 260 CV que como he mencionado antes me dejó atónito por lo silencioso que es y la solvencia con la que se mueve los 1.600 Kg de peso en orden de marcha de este coche. 

Gracias al turbo, que entra a tan solo 2.000 rpm y lo mantiene constante hasta los 4.000 rpm, de modo que empuja con una gran alegría desde ese régimen y tampoco va nada mal debajo de este régimen. Pese a ser un motor de poca cilindrada y de gasolina, la potencia máxima se obtiene a 4.500 rpm, un régimen que se acerca mucho a la mecánica diesel.

Opel ha querido que el motor dé lo mejor de sí en el rango de revoluciones en el que se suele mover un conductor normalmente. Por este motivo, aunque el motor es capaz de girar a más de 6.000 rpm, no tiene mucho sentido insistir más allá de las 5.500 rpm, es mejor pasar a la siguiente marcha y aprovechar el empuje de su buen par motor.

El cambio automático de 8 marchas tiene unos desarrollos algo largos y un escalonamiento más bien abierto (hay bastante salto de revoluciones entre cada marcha), acorde con la forma en la que el 2.0 turbo entrega la potencia y el par. Una pena que las levas no vengan de serie y haya que pagar por ellas 150 €.

Comportamiento: Prima el confort y la seguridad

Este coche no está diseñado para moverse por ciudad, sino todo lo contrario está diseñado para viajar con mucho confort en su interior. Esto no quiere decir que sea un coche lento o torpe, simplemente que su prioridad es hacer viajes cómodos y seguros y en eso cumple de maravilla.

Pese a su tamaño, en ciudad es un coche cómodo de conducir gracias a la buena respuesta del motor y lo bien aislados que vamos del ruido del tráfico. El único problema será encontrar hueco para sus 5 metros de largo y casi dos de ancho, pero es un mal que comparte con sus rivales.

En autopista y autovía es donde más cómodo se siente este coche, con un rodar muy confortable en el que las suspensiones absorben perfectamente los posibles baches, badenes, etc. Su conducción es muy agradable y el paso por curvas rápidas transmite una sensación de seguridad absoluta, sin movimientos bruscos aunque pasemos por un badén en pleno apoyo.

Sin embargo, en vías secundarias y puertos de montaña es todo lo contrario, muy pesado y con unas suspensiones demasiado blandas. Las zonas con curvas enlazadas no las lleva demasiado bien y nos encontramos con el coche recuperándose de la anterior y pidiéndole que entre en la siguiente.

Aunque una cosa tengo que decir en su favor, el motor responde a la perfección en cualquier circunstancia, lo que permite que aunque el chasis en vías secundarias, se muestre algo torpe, el motor lo compensa, lo que da aún más confianza al conductor. El empuje es brutal desde el primer momento, aun así si salimos de un semáforo con el start and stop y pisamos el pedal del acelerador a fondo, os garantizo que se sale el primero del semáforo y además con un ruido de motor similar al de un fórmula uno. 

Los frenos de la marca Brembo cumplen bien, con unas distancias correctas y aguantando bien a la temperatura, sin pérdidas de eficacia exageradas tras varios intentos de frenada de emergencia desde 120 km/h.

El sistema de tracción total que equipa no es permanente, al menos no en la mayoría de los casos, aunque sí está pensado para trabajar más, si, por ejemplo, enganchamos un remolque.

Sobre asfalto seco apenas vamos a notar su acción: sólo si forzamos las cosas, salimos a una pista forestal o nos encontramos con una climatología adversa, encontraremos ventaja en este sistema de tracción.

Pese a su denominación y al aspecto de elementos como sus molduras negras, salir del asfalto con este coche es un crimen. Su uso fuera de lo negro es casi exclusivamente para rodar por pistas forestales en buen estado y poco más. Su altura libre al suelo es escasa y es fácil dañar el faldón, así que mejor ni intentarlo.

En resumen, este Opel Insignia es un coche muy cómodo en el que viajar con absoluta seguridad, pero que su apellido Country no te engañe porque no se refiere a su comportamiento dinámico, sino a su apariencia y a su versatilidad.

Equipamiento: A la última en tecnología

Los Country Tourer se posicionan en la parte alta de la gama Insignia y cuentan desde su base con un nivel de equipamiento muy elevado. Esto hace que se justifiquen gran parte de los euros de más que hay que pagar por ellos.

El sistema de faros matriciales led Intellilux es una gozada durante las noches con perfectas condiciones de visibilidad. Las transiciones de las luces largas a cortas para evitar deslumbrar al tráfico que detecta son muy suaves y no nos marean ni distraen y su luz es muy extremadamente buena. Por desgracia, en cuanto la noche tiene la más leve lluvia, el sistema deja de funcionar correctamente y deberemos desconectar el modo automático si no queremos ir deslumbrando a los demás conductores.

El Head Up Display se proyecta sobre el parabrisas en vez de una pantalla. Esto hace que sea más visible y, además, en el Insignia podemos elegir varias opciones de cómo presenta los datos el HUD y con muy buena calidad.

Control de crucero adaptativo, faros full led inteligentes (de excelente rendimiento), cámara de visión periférica, portón automático con apertura manos libres, sensores de aparcamiento, asientos con tapicería de piel, con reglaje eléctrico y con certificado AGR, asientos traseros y delanteros calefactados, navegador, manos libres, techo panorámico… No echaremos nada en falta en este coche. Eso sí, su precio también es elevado, cercano a los 50.000 euros, una suma muy superior a lo que cuesta un Subaru Outback equivalente y a cambio de la cual no nos llevamos un coche netamente mejor.

En cuanto al sistema multimedia y conectividad, el Insignia cuenta con WiFi y el sistema Intellilink que ha mejorado mucho en cuanto a velocidad de funcionamiento y compatibilidad con diferentes equipos, pero sigue teniendo unos menús poco intuitivos y que hay que aprenderse para sacarle todo el partido. Pero lo peor es que el aclamado sistema Opel OnStar dejará de ser operativo en breve, al tratarse de una plataforma de General Motors y haber cambiado de propietario Opel, que ahora pertenece a PSA.

El equipo de sonido Bose es de muy buena calidad y los viajes pueden ser muy placenteros disfrutando de buena música en un habitáculo poco ruidoso, y eso que las ventanillas laterales no son de cristal doble (hay que ahorrar peso y dinero).

Consumo: Muy elevado

Aunque no se cumplen ni de lejos las cifras oficiales de 11,5 l/100 km en ciudad y 7,4 l/100 km en carretera, los consumos de este Insignia son malos teniendo en cuenta su tamaño, su peso y unas ruedas gordas y la tracción 4×4.

En concreto, el consumo real en ciudad de este Insignia ha sido de unos 13 l/100 km, una cifra bastante elevada, teniendo en cuenta que el Start & Stop se pasó la gran parte del tiempo desconectado debido a su lentitud de respuesta. Aunque estuviese conectado, lo más probable es que bajará aproximadamente medio litro. 

En carretera la cosa cambia bastante 8 l/100 km a 100 km/h y 9,5 l/100 km a 120 km/h. Unas cifras que demuestran que su peso, la caja automática y su tracción total influyen bastante en su consumo

Con estos consumos y un depósito de 62 litros, lo máximo que he llegado a hacer han sido 600 km.

Este vehículo cuenta con la etiqueta de la DGT C, la cual en Madrid, nos permite obtener un 10% de descuento a la hora de aparcar dentro del área metropolitana.

En definitiva, es un vehículo que tiene un gran confort de marcha, tiene un diseño familiar y deportivo y con un consumo bastante alto. 

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Diseño
7
Motor
8
Comportamiento
8
Interior
7
Equipamiento
7
Consumo
5

Destacable

  • Comfort de marcha
  • Buena relación precio/producto
  • Iluminación
  • Finura de la mecánica

Mejorable

  • Start&Stop
  • Distribución de algunos mandos
  • Peso
  • Consumo