Sensaciones al volante

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Opel Insignia Sport Tourer 1.5 Turbo 165 CV

<b>El nuevo Opel Insignia Sport Tourer</b> es un coche familiar a la vez que deportivo con lo último en tecnología, lo que le sitúa en el segmento premium.

El nuevo Opel Insignia Sport Tourer es un coche familiar a la vez que deportivo con lo último en tecnología, lo que le sitúa en el segmento premium.

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Hoy tenemos con nosotros el nuevo Opel Insignia Sport Tourer, un coche que nos deja un sabor de boca extraordinario. Este coche pierde unos pocos centímetros en la zona del maletero, pero a cambio nos proporciona una silueta más deportiva que sin lugar a duda atrae miradas.

Esta unidad monta el motor gasolina 1.5 de 165 CV que me dejó atónito con la entrega tan generosa de par, lo que proporciona una soltura mayor a la esperada, hasta el punto de pensar que este sea el motor ideal para este modelo.

Diseño: Familiar con un toque deportivo

Según me entregaron las llaves del coche, me puse a dar vueltas alrededor de él, fijándome en que ha perdido algo de personalidad con respecto a su generación anterior, pero a cambio los alemanes le han dado un aspecto más atractivo, con unas líneas más estilizadas y lo más importante un aire más deportivo. Estas pequeñas modificaciones estéticas, hacen que me recuerde al Mazda6 Wagon, en la vista frontal y trasera.

En la parte delantera, nos encontramos que no varía con respecto a la carrocería berlina, con unos faros con tecnología matrix led que funcionan de escándalo, era como el día en la noche, pero eso sí, solo cuando hace sol, porque en cuanto caen cuatro gotas o hay algo de niebla, la cámara tras el espejo no es capaz de detectar el resto del tráfico y hay que ponerlas en modo manual para no deslumbrar al resto. 

Esta nueva parrilla tiene una forma más afilada que antes y junto con estos nuevos faros, hacen que tenga un mayor toque de deportividad.

Me resultó gracioso que el logotipo de Opel esté presidido por dos alas que le dan más protagonismo. 

Cuando me puse a mirar fijamente la parte lateral, me di cuenta de que el techo parece ir en descenso, pero que va, resulta que es una ilusión óptica que se produce por la forma de los cristales y esa gran moldura cromada que llega hasta los faros traseros, un detalle que muestra el “cariño” puesto en el diseño exterior de este coche. Además los casi 5 metros de largo permiten que las puertas tengan un generoso ángulo para hacer más fácil entrar y salir.

Las llantas de este Insignia Sport Tourer, me llamaron la atención porque no eran bitono y entonces empecé a hacer preguntas a familiares y amigos que me dieran sus opiniones y uno de ellos me dijo “Es un diseño sobrio, pero tener tantos radios junto con sus 18 pulgadas y esos grandes pasos de rueda hacen que no le sienten nada mal, eso sí parecen difíciles de limpiar”. Así fue, eran difíciles de limpiar, pero el diseño no le sentaba mal. (Cosa de gustos).

En la parte trasera nos encontramos con un portón automático que deja un umbral de carga muy bajo, enrasado con el paragolpes, lo que facilita enormemente la carga y descarga del mismo. Los pilotos traseros son de LED excepto los intermitentes y la luz de marcha atrás. 

Interior: Lujoso y sin fin

Opel ha hecho un gran esfuerzo en el interior, logrando una mejor imagen que el modelo anterior, que no era mala. El resultado es muy bueno y el Insignia deja una excelente impresión al abrir las puertas y sentarse en unos asientos con regulación eléctrica y con sello AGR que garantiza una ergonomía aprobada por especialistas. 

Cuando me senté en el interior por primera vez, me puse a tocarlo todo y me di cuenta de que los materiales del salpicadero y de las puertas son de buena calidad, con un tacto blando, que no desagrada en absoluto. Además en los mandos que tocamos con más asiduidad como el volante, la palanca de cambios, la palanca de los intermitentes, los botones del aire, etc. tienen un tacto premium.

Pero no todo son ventajas, la ubicación de algunos elementos no es la correcta, sentados en el asiento del conductor, te das cuenta de que varios mandos no están a la vista o son de difícil acceso.

Por ejemplo; el volante tapa las teclas que permiten ajustar la altura, la información y la iluminación del Head Up Display, y exactamente lo mismo con lo mandos de las luces que se encuentran ubicados muy abajo y obligan a desviar mucho la mirada de la carretera.

Además las teclas del Cambio involuntario de carril, del start and stop y de los sensores de parking, se encuentran ubicadas delante de la palanca de cambio, cuando lo ideal sería que estuvieran detrás. 

Volviendo a la primera vez que me monté en el coche, me di cuenta de que era enorme, miré hacia detrás y dije “¡guau! que coche tan largo y tan bonito” El techo solar me impacto bastante, ya que era uno de los más grandes, por no decir el más grande que había visto, lo que permitía una sensación de amplitud aún mayor de la que te proporciona el coche, es más si se va en las plazas traseras, un techo solar tan grande es perfecto para viajes por la noche admirando el cielo. 

En cuanto al espacio en los asientos traseros, el Opel Insignia Sport Tourer es generoso en distancia para las piernas y la cabeza. No podría ser de otra manera siendo el más largo de su categoría con prácticamente 5 metros de largo. A lo ancho, la cosa cambia si se viaja con tres personas en los asientos traseros pero algo más apretados de lo que el tamaño del Insignia nos sugiere.

El maletero es amplio, tiene unas formas muy regulares y un hueco de acceso enorme con una capacidad de 560 litros. Te puedo asegurar que en esta configuración caben muchas cosas, para mi gusto más de lo que te puedes llevar de viaje. 

Si se necesitara más espacio se pueden abatir los respaldos traseros en proporción 40/20/40 y dejan un suelo completamente plano llegando hasta los 1.665 litros de capacidad. Los tiradores para abatir los asientos se encuentran en los laterales del maletero.

Además, cuando te acercas con la llave en el bolsillo, se proyecta un icono de un coche, debajo del maletero, para que sepas que si pasas el pie por debajo, se abre y se cierra el maletero de forma automática, lo que nos facilita bastante las cosas cuando vamos cargados con bolsas en las dos manos.

Motor: El idóneo para este coche

El motor es un motor gasolina 1.5 de 165 CV que como he mencionado antes me dejó atónito por lo silencioso que es y la solvencia con la que se mueve los 1.600 Kg de peso en orden de marcha de este coche. 

Gracias al turbo, el par motor alcanza los 250 Nm a tan solo 2.000 rpm y lo mantiene constante hasta los 4.000 rpm, de modo que empuja con una gran alegría desde ese régimen y tampoco va nada mal debajo de este régimen. Pese a ser un motor de poca cilindrada y de gasolina, la potencia máxima se obtiene a 4.500 rpm, un régimen que se acerca mucho a la mecánica diesel.

Opel ha querido que el motor dé lo mejor de sí en el rango de revoluciones en el que se suele mover un conductor normalmente. Por este motivo, aunque el motor es capaz de girar a más de 6.000 rpm, no tiene mucho sentido insistir más allá de las 5.500 rpm, es mejor pasar a la siguiente marcha y aprovechar el empuje de su buen par motor.

El cambio automático de 7 marchas tiene unos desarrollos algo largos y un escalonamiento más bien abierto (hay bastante salto de revoluciones entre cada marcha), acorde con la forma en la que el 1.5 turbo entrega la potencia y el par. Una pena que las levas no vengan de serie y haya que pagar por ellas 150 €.

Comportamiento: Prima el confort

Este coche no está diseñado para moverse por ciudad, sino todo lo contrario está diseñado para viajar con mucho confort en su interior. Aunque la palabra Sport se encuentre en el apellido de este coche, para nada lo es en comportamiento, sólo en su aspecto. Esto no quiere decir que sea un coche lento o torpe, simplemente que su prioridad es hacer viajes cómodos y seguros y en eso cumple de maravilla.

Pese a su tamaño, en ciudad es un coche cómodo de conducir gracias a la buena respuesta del motor y lo bien aislados que vamos del ruido del tráfico. El único problema será encontrar hueco para sus 5 metros de largo y casi dos de ancho, pero es un mal que comparte con sus rivales.

En autopista y autovía es donde más cómodo se siente este coche, con un rodar muy confortable en el que las suspensiones absorben perfectamente los posibles baches, badenes, etc. Su conducción es muy agradable y el paso por curvas rápidas transmite una sensación de seguridad absoluta, sin movimientos bruscos aunque pasemos por un badén en pleno apoyo.

Sin embargo, en vías secundarias y puertos de montaña es todo lo contrario, muy pesado y con unas suspensiones demasiado blandas. Las zonas con curvas enlazadas no las lleva demasiado bien y nos encontramos con el coche recuperándose de la anterior y pidiéndole que entre en la siguiente.

Los frenos cumplen bien, con unas distancias correctas y aguantando bien a la temperatura, sin pérdidas de eficacia exageradas tras varios intentos de frenada de emergencia desde 120 km/h.

En resumen, este Opel Insignia es un coche muy cómodo en el que viajar con absoluta seguridad, pero que su apellido Sports no te engañe porque no se refiere a su comportamiento dinámico, sino a su apariencia y a su versatilidad.

Equipamiento: A la última en tecnología

El equipamiento de esta unidad de pruebas es muy generoso y añade algunos extras al nivel de acabado Excellence que hacen que la factura pase de los 33.458 euros a los 40.000 euros al añadir elementos como el pack Excellence Plus, los asientos de cuero ventilados y calefactados (que son una auténtica maravilla y vienen muy bien sobre todo cuando dejas el coche al sol y el aire acondicionado no es suficiente o las días de invierno en los que la calefacción no es suficiente), las llantas de 18 pulgadas, la pintura metalizada, etc. Aunque hay que desembolsar algo más de seis mil euros para contar con un coche tan equipado, sigue siendo un precio interesante y la mayoría de sus principales rivales salen más caros.

El sistema de faros matriciales led Intellilux es una gozada durante las noches con perfectas condiciones de visibilidad. Las transiciones de las luces largas a cortas para evitar deslumbrar al tráfico que detecta son muy suaves y no nos marean ni distraen y su luz es muy extremadamente buena. Por desgracia, en cuanto la noche tiene la más leve lluvia, el sistema deja de funcionar correctamente y deberemos desconectar el modo automático si no queremos ir deslumbrando a los demás conductores.

El Head Up Display se proyecta sobre el parabrisas en vez de una pantalla. Esto hace que sea más visible y, además, en el Insignia podemos elegir varias opciones de cómo presenta los datos el HUD y con muy buena calidad.

Por supuesto, en sistemas de seguridad está a la última y contamos con asistente de mantenimiento en el carril, sensor de ángulo muerto, alerta de colisión con frenado automático… nada que reprochar en este aspecto. Funcionan extremadamente bien. 

En cuanto al sistema multimedia y conectividad, el Insignia cuenta con WiFi y el sistema Intellilink que ha mejorado mucho en cuanto a velocidad de funcionamiento y compatibilidad con diferentes equipos, pero sigue teniendo unos menús poco intuitivos y que hay que aprenderse para sacarle todo el partido.

El equipo de sonido Bose es de muy buena calidad y los viajes pueden ser muy placenteros disfrutando de buena música en un habitáculo poco ruidoso, y eso que las ventanillas laterales no son de cristal doble (hay que ahorrar peso y dinero).

Consumo: Ajustado para lo que es

Aunque no se cumplen ni de lejos las cifras oficiales de 7 l/100 km en ciudad y 4 l/100 km en carretera, los consumos de este Insignia no son malos teniendo en cuenta su tamaño, su peso y unas ruedas gordas. 

En concreto, el consumo real en ciudad de este Insignia ha sido de unos 9 l/100 km, una cifra que no está mal, teniendo en cuenta que el Start & Stop se pasó la gran parte del tiempo desconectado debido a su lentitud de respuesta. Aunque estuviese conectado, lo más probable es que bajará aproximadamente medio litro. 

En carretera la cosa cambia bastante 6 l/100 km a 100 km/h y 6,5 l/100 km a 120 km/h. Unas cifras que demuestran su buena aerodinámica.

Con estos consumos y un depósito de 62 litros, lo máximo que he llegado a hacer han sido 800 km.

Este vehículo cuenta con la etiqueta de la DGT C, la cual en Madrid, nos permite obtener un 10% de descuento a la hora de aparcar dentro del área metropolitana.

En definitiva, es un vehículo que tiene un gran confort de marcha, tiene un diseño familiar y deportivo y con un consumo ajustado. 

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Diseño
7
Motor
8
Comportamiento
8
Interior
7
Equipamiento
7
Consumo
7

Destacable

  • Comfort de marcha
  • Buena relación precio/producto
  • Iluminación

Mejorable

  • Finura de la mecánica
  • Start&Stop
  • Distribución de algunos mandos