Sensaciones al volante

Probar los coches como si fueran nuestros.

Tesla Model S 100D y nuestro viaje de 1.000 km

Probamos al detalle del <b>Tesla Model S 100D</b> en un viaje de 1.000 km, parando en superchargers y demostrando que se puede viajar con un eléctrico.

Probamos al detalle del Tesla Model S 100D en un viaje de 1.000 km, parando en superchargers y demostrando que se puede viajar con un eléctrico.

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Esta prueba, va a ser un tanto distinta del resto, cuando Tesla me dio fecha para poder probar el Tesla Model S 100D, decidí aprovechar e irme de viaje con toda mi familia. Decidimos irnos a Ezcaray, a 375 km de Madrid. Los detalles te los cuento a continuación, pero primero os voy a contar algo de historia sobre la marca.

Tesla es una compañía muy similar a Apple, es decir, ambas son de California y se atreven a ir por caminos diferentes a los que marca la industria. Además, su relación con los clientes, es muy especial, los propios clientes son los embajadores de la marca, es decir, se sienten orgullosos de tener un Tesla, y de dar un paso hacia la movilidad sostenible. Tras la prueba del Tesla Model S 100D, puedo comprender, el enamoramiento de sus propietarios, cómo se han dejado cautivar de esa manera por un producto, que no deja de ser de lujo, para perdonarle algunos fallos de montaje, por ejemplo, la alineación del capó con la aleta, que a otro fabricante no le pasarían por alto.

¿Por que lo pasan por alto?, porque la marca juega con que para sacar muchos más coches al mercado, los producen más rápido, y son los propietarios, los que una vez detectados los fallos en su modelo, se encargan de avisar a la marca, y esta responde y se los arregla. A cambio durante el periodo de reparación, a los propietarios les dejan un coche de igual categoría o superior al suyo.

Parte de ese encanto reside en su exclusividad, que no tiene nada que ver con el precio, sino a que se trata de un producto único y revolucionario:  es el primer coche 100% eléctrico, tras el Tesla Roadster, fabricado en serie que goza de un nivel de autonomía que nos permite afrontar trayectos de larga distancia. Además esa autonomía, se ve aumentada, gracias a la red de Superchargers (supercargadores) que nos permite viajar por todo el mundo. Y a algunos de forma gratuita. Esto lo explicaré más adelante.

A su condición de eléctrico y la elevada autonomía que ofrece, habría que sumar un interior muy diferente, dominado por una enorme pantalla que no tiene rival, un diseño exterior sugerente y unas prestaciones y confort de marcha extraordinarios.

A la lista de virtudes, tenemos que añadir también otra serie de elementos menores, pero que contribuyen a esa imagen de marca muy diferente a las firmas tradicionales, muy tecnológica y que, en definitiva, ofrece algo distinto. En este sentido, nos encontramos, por ejemplo, con la continuas actualizaciones que llegan al coche y que se descargan e instalan como si de un smartphone se tratara, los huevos de Pascua (mensajes y gráficos ocultos en el software que se activan con comandos especiales) o la suscripción de por vida y gratuita a Spotify. Y lo que más destaca, el famoso Autopilot, probablemente el mejor sistema de este tipo que hay en el mercado.

Diseño: Elegante y deportivo

Cuando Tesla lanzó al mercado el Model S, decidió apostar por lo seguro y se plantó en el mercado con una carrocería que combinaba el clasicismo de una berlina con las líneas deportivas de un coupé. Sin duda todo un acierto, allá donde fuera, iba girando cabezas. Una prueba de ese acierto, es que tras seis años, solo ha hecho falta un pequeño restyling en la parte frontal para mantenerse fresco y moderno como el primer día.

Tras el restyling que recibió en 2016, desapareció del frontal, la famosa parrilla negra que simulaba una entrada de aire de un vehículo de combustión. Lo cierto es que era totalmente prescindible, debido a que los vehículos eléctricos no necesitan refrigerar un motor. Además, las cosas como son, la ausencia de la parrilla, le permite tener una mejor aerodinámica (fundamental en cualquier eléctrico), y para rematar, le sienta de maravilla, a mí consiguió enamorarme.

Con el restyling, los faros delanteros también se modificaron, pasaron de xenón a la tecnología led, pero aquí voy a ponerle un pero a Tesla. En los Estados Unidos los faros delanteros cuentan con aproximadamente 3.200 lúmenes, pero en Europa, se limitan a 2.000 lúmenes. ¿Por qué ocurre esto?. La razón es que la normativa europea exige que las luces que superen los 2.000 lúmenes cuenten con ajuste automático de altura y lavafaros, por lo que te Tesla decidió optar por la vía rápida y económica: reducir el número de lúmenes para ajustarse a la normativa. También son de led los pilotos traseros y las luces antinieblas.

En la vista lateral, nos encontramos con una línea de cintura alta y una línea de techo descendente que le dan ese toque de deportividad, elegancia y, que en definitiva, es muy atractivo. Además, tenemos unos tiradores de puerta con un diseño muy original y que contribuyen a esa imagen tecnológica del vehículo, ya que se despliegan automáticamente al acercarnos. Pero los tiradores no solo contribuyen a la imagen tecnológica, si no que también contribuyen a mejorar la aerodinámica. En cuanto a las llantas, la unidad de pruebas equipaba las de serie, que son de 19 pulgadas y calzan unos neumáticos Michelin Pilot Sport 3 de medidas 245/45. Como parte de la lista de extras Tesla ofrece unas llantas de 19 pulgadas en un tono más oscuro y otras de 21 pulgadas en color negro.

En cuanto a dimensiones se refiere, el Tesla Model S es un coche grande: mide 4,9 metros de longitud y casi 2 de ancho.

En la parte trasera, nos encontramos con los mencionados pilotos traseros en led, unidos por una franja metálica con el nombre de la compañía. Son en led además las luces de la matrícula trasera. Lo que sí me agradó mucho fue la tira de led para la tercera luz de freno, que es enorme, y da un estilo más elegante al coche.

Interior: Muy grande y minimalista

El habitáculo del Tesla Model S, es muy diferente al resto de interiores de cualquier vehículo del mercado. Destaca por su diseño minimalista, presidido por una gran pantalla central de 17 pulgadas (de la que hablaremos más adelante) que domina el salpicadero y el generoso espacio para los pasajeros y su equipaje.

En cuanto a espacio se refiere, el habitáculo del Tesla Model S es muy amplio tanto para pasajeros delanteros como traseros. Al ser un coche eléctrico, el conjunto de elementos que propulsan el vehículo es mucho más compacto, lo que permite ganar espacio en el interior. Las plazas delanteras son muy cómodas, y agarran muy bien el cuerpo, a la hora de pasar fuerte por una curva. Los asientos son regulables eléctricamente además de calefactados.

El salpicadero y la consola central destacan por un diseño limpio, homogéneo y sin estridencias donde destaca el escaso número de botones o mandos, ya que solo contamos con los del volante, los elevalunas, la columna de la dirección y las dos teclas del salpicadero: el de apertura de la guantera y el de las luces de emergencia.

El escaso número de botones se debe a que Tesla ha decidido concentrar todas o casi todas las funciones del vehículo en la enorme pantalla de 17 pulgadas, la mejor y la más grande del mercado. Muy similar a una tablet, es tremendamente sencilla de manejar y en unos segundos sabes cómo debes usarla, encontrando lo que quieres de forma fácil y rápida. Tesla ha barrido a sus rivales en lo que a experiencia de usuario se refiere.

Para el panel de instrumentos, Tesla ha optado también por una generosa pantalla digital. La calidad de esta no admite crítica alguna, las gráficas y los menús, son muy claros, con la información precisa para conducir. En esta fotografía, podemos observar, como en el lateral izquierdo tenemos el mapa, con la ruta previamente fijada en la pantalla central y en la parte derecha, tenemos el gráfico de consumo, que muestra una media de 20,4 KWh / 100 km. Pero se puede poner, ya sea el reproductor de música, el teléfono o incluso controlar la apertura del techo desde el volante para no tener que desviar la vista de la carretera.

La segunda fila de asientos es más que suficiente para tres personas y la única pega la encontramos en la altura de la banqueta, ya que está demasiado baja y obligará a las personas más altas a llevar las piernas más flexionadas de lo deseable. En pocas palabras, en nuestro viaje, las dos personas que fueron sentadas atrás, al finalizar, se quejaron de que en 1.000 km les dolían las piernas de tenerlas todo el rato flexionadas.

El Tesla Model S cuenta con dos maleteros, uno en la parte delantera y otro en la parte trasera. Al no llevar un motor de combustión, Tesla decidió crear un maletero delantero, que es muy útil en el uso diario. O cuando vas de viaje, por ejemplo, para guardar los abrigos delante, y así que no vea nadie lo que hay en el maletero trasero. Las formas regulares, permiten aprovechar muy bien los 144 litros de capacidad del maletero delantero.

El maletero trasero, enorme, con 750 litros y con formas muy regulares hace que sea muy aprovechable. Como opción, Tesla ofrece dos plazas adicionales destinadas a niños y colocadas en sentido contrario a la marcha.

Motor: Con mucha potencia

En esta ocasión, como ya os he mencionado anteriormente la unidad de pruebas es la versión 100D. En España, a día de hoy la compañía estadounidense comercializa tres versiones del Model S: 75D, la 100D, y la P100D.

La primera es la menos potente (baterías de 75 Kwh) y la de menor autonomía (450 kilómetros reales), mientras que la 100D y la P100D se diferencian en autonomía y prestaciones. La 100D tiene un poco más de autonomía (506 kilómetros reales) y la P100D, mayores prestaciones. Esta última es la que consigue que el Tesla acelere, previo calentamiento de 15 minutos de las baterías, de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos.

Los números indican la capacidad de la batería, y la D, significa dual motor. Es decir, tiene dos motores, uno en cada eje. Cuenta con una potencia total combinada de 524 CV y un par extraordinario de 660 Nm. El nivel de aceleración es brutal, porque, a diferencia de los coches con motores de combustión, los eléctricos entregan toda la potencia y par disponibles desde el mismo instante en el que pisamos el acelerador.

Con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos, las sensaciones que ofrece Tesla son espectaculares. Es como si te lanzaran hacia atrás con una fuerza descomunal. Además, aunque el rendimiento de los eléctricos empeora a medida que ganamos velocidad, en el Tesla Model S, y con la limitación de velocidad de las carreteras españolas, esto no supone un problema, por lo que las recuperaciones son también excelentes.

Comportamiento: Tan eficaz como cómodo.

En primer lugar, la postura de conducción es cómoda y los ajustes eléctricos de los asientos y la columna de dirección son muy generosos, por lo que cualquier persona encontrará la posición adecuada a su estatura y gustos.

Si por algo destaca el Tesla Model S en el apartado dinámico, es por el confort que proporciona a los pasajeros. En autopista, su hábitat natural, es una auténtica gozada por el silencio de marcha que ofrece, por las brutales prestaciones que tenemos a nuestra disposición y por la suspensión neumática de altura regulable, que aísla perfectamente el habitáculo, filtrando a la perfección las irregularidades del terreno y tragándose como si nada y sin brusquedades de ningún tipo los baches o pases elevados. Además, cuenta con el mejor control de crucero adaptativo del mercado, el denominado Autopilot.

En ciudad, la mayor ventaja es, una vez más, el silencio y la comodidad que siempre ofrece un cambio automático. Además, si estamos en medio de un atasco infernal, siempre nos podremos entretener escuchando música de Spotify gracias a la conexión permanente a Internet con la que cuenta y a la suscripción a Spotify premium de por vida. Los principales problemas en la ciudad son, sus dimensiones, ya que nos dificultará movernos con agilidad entre el denso tráfico de la ciudad o encontrar una plaza de aparcamiento, pese a que el radio de giro es bueno.

Hasta aquí todo normal y dentro de lo previsible; lo que no entraba en mis cálculos es su comportamiento enlazando curvas. Vaya por delante que el Tesla Model S no es, a pesar de que la marca presume orgullosa de prestaciones, un deportivo. Se trata de una berlina de lujo con la que viajar lo más cómodamente posible y eso lo cumple a la perfección, pero resulta que también se muestra de lo más eficaz en un tramo revirado de carretera. Pese a su peso (más de dos toneladas) y dimensiones, que, en un principio, deberían suponer un lastre enorme e insalvable, el Model S se revela como un coche lo suficientemente ágil como para encarar con seguridad y velocidad una curva tras otra sin que la carrocería haga la más mínima insinuación. Es como enlazar curva tras curva a ritmo de Gran Turismo.

Esta buena respuesta se debe, en gran medida, a la colocación de la batería a lo largo de todo el piso del coche, lo que hace que el centro de gravedad sea muy bajo. Además, la dirección, que ofrece tres grados de asistencia, es bastante directa.

En definitiva, el comportamiento dinámico del Tesla Model S sorprende muy gratamente. Te da lo que esperas (prestaciones y confort) y algo más, una agilidad impropia de berlinas de este peso y dimensiones, propia de un deportivo.

Equipamiento: Apenas sin extras, casi todo es de serie en el Tesla Model S

Os he puesto estas dos imágenes, por una sencilla razón, todo se maneja desde la pantalla central, desde la configuración de la suspensión, hasta la del autopilot. A diferencia de lo que ocurre con otras marcas “caras”, el Tesla Model S viene muy bien equipado de serie, y la lista de equipamiento extra es muy corta. De hecho, se limita al paquete de mejoras premium, a las dos plazas adicionales, el software de capacidad autónoma total, las llantas de aleación y poco más.

Además, el acabado es el mismo en todas las capacidades de batería, con ello Tesla incita a que el usuario elija la batería que necesita, solo por los kilómetros que recorre y no por el equipamiento.

El equipamiento de serie del Tesla Model S incluye, entre otras cosas, conexión permanente a Internet (lo que nos permite poder escuchar música ya sea mediante Spotify o TuneIn o bien navegar por internet con el navegador del coche, cuando estemos parados y poder manejar nuestro coche desde el movil), luces led adaptativas, asientos delanteros calefactados y con ajuste eléctrico, suspensión regulable en altura, luces automáticas, sensores de aparcamiento, cámara de visión trasera, sensor de lluvia, acceso automático sin llave, espejos retrovisores con oscurecimiento automático… ¡No le falta nada!

Además, se puede grabar distintos usuarios, cada uno con su configuración de asiento, volante, y espejos, de tal manera, que al entrar y seleccionar el usuario en la pantalla, se coloque todo a disposición del conductor. También se puede asociar cada perfil a un mando llave del vehículo.

En cuanto al paquete premium, ya viene incluido y se compone de un sistema de sonido más potente, volante y todos los asientos calefactados y un descongelador para el limpiaparabrisas. Además, incluye un modo de defensa contra armas biológicas que crea una presión positiva dentro de la cabina para proteger a sus ocupantes, eliminando al menos el 99,97 % de la contaminación de partículas del escape, alérgenos y bacterias.

No deja de ser curioso, pero, es útil para aquellas personas que tengan alguna alergia o sean asmáticos, ya que dentro del coche y con ese modo activado, el habitáculo se presuriza y pueden respirar con total normalidad. Yo lo llevé conectado la mayor parte del tiempo y se notaba como el aire era más puro.

En cuanto a software del Autopilot mejorado, tiene un sobreprecio de 5.300 € a la hora de adquirir el vehículo, si se hace a posterior, una vez adquirido, el precio asciende a 7.400 €. El Autopilot mejorado agrega nuevas características a la experiencia de conducción de piloto automático de Tesla. Entre las mejoras figuran el aumento de una a cuatro cámaras para una mayor precisión, y para ver vehículos que se aproximan rápidamente en carriles adyacentes. Además, 12 sensores de sonar ultrasónicos ofrecen cobertura de 360 grados alrededor del coche, lo que permite ver los obstáculos al doble de alcance y resolución en comparación con la versión anterior.

En un futuro el vehículo podrá conducirse de forma autónoma, sin embargo, actualmente no sirve de nada. Sin embargo, la marca lo ofrece para que se pueda incluir en la financiación del vehículo y, cuando cambie la legislación, poder tenerlo disponible y activarlo sin mayor problema con una actualización de software.

Es un sistema extraordinario, quizás el mejor que he probado, pero, a día de hoy, se trata simplemente de un control de crucero adaptativo. El sistema es capaz de mantener al vehículo en su carril, incluso tomando curvas, y va adaptando la velocidad automáticamente en función del tráfico y las limitaciones de la vía. Además, al poner el intermitente, puede girar el volante y realizar el adelantamiento por sí mismo.

En el panel de instrumentos, podemos ver cómo trabaja el sistema, continuamente nos va indicando todo lo que tenemos alrededor y en los gráficos diferencia entre camiones, turismos, motos y bicicletas.

El sistema funciona bien, pero en Europa, al menos, estamos obligados a llevar las manos en el volante, por lo que al final es un asistente de conducción y no un piloto automático como tal. En cualquier caso, sí que contribuye a aumentar la seguridad.

Por ejemplo, justo antes de realizar esta fotografía, estaba diluviando y con niebla muy densa. En esas condiciones un humano, hubiese aminorado la velocidad, y hubiese ido en tensión todo el trayecto. Pues bien, el sistema es mejor conductor en esas circunstancias que nosotros, esa capaz de circular a 120 km/h sin ningún problema, y sin cometer ningún fallo. Pero eso sí, el conductor ha de permanecer siempre atento, ya que este es el responsable de todo lo que haga el coche, y de esta manera, si este nota que el vehículo va a hacer algo indeseado, con tocar el pedal de freno se desconecta todo. 

Consumo: La clave es la red de supercargadores

Tesla homologa una autonomía de 632 kilómetros en ciclo NEDC, pero, al igual que ocurre con los coches con motores de combustión y sus medias homologadas de consumo de carburante, se trata solo de un dato orientativo y alejado de la realidad. Durante la prueba, nosotros hemos consumido, con un tipo de conducción que no ha buscado la máxima eficiencia, entre 20 y 25 kWh/100 km, lo que sitúa la autonomía real del Tesla Model S entre 400 y 500 kilómetros. Lo máximo que yo he conseguido hacer, han sido 503 kilómetros, con una sola carga, llegando a agotar la batería.

De serie, el Tesla Model S cuenta con dos cables. Uno de tipo Schuko o convencional, con el que nos llevaría más de dos días cargar las baterías al 100%, y otro de tipo Mennekes, que completaría la carga en aproximadamente 8 horas. Puede que estas cifras echen para atrás, pero… ¿quién realiza más de 500 kilómetros diarios?.

Además, es de suponer que el propietario de un vehículo eléctrico instalará un punto de carga en su garaje, por lo que al final sería tan sencillo como llegar a casa, dejar conectado el coche por la noche (exactamente igual que hacemos con el teléfono móvil) y al día siguiente tendría las baterías al 100%.

Por el momento para tener un coche eléctrico, lo más sensato es una instalación de un Wallbox en nuestro garaje comunitario. Actualmente es 100% legal, no se necesita autorización previasolo un aviso por escrito a la comunidad de vecinos e incluso siendo una plaza de alquiler, basta con avisar al propietario y que este avise a la comunidad de vecinos. O en una vivienda individual.

Para los trayectos largos, Tesla está instalando una red de supercargadores que permite cargar el 80% de la batería en tan solo 20 minutos, prácticamente lo mismo que tardas en repostar y tomarte un café. Situados en puntos estratégicos, ya hay operativas en España 23 estaciones de carga ultra rápida, aunque este número se irá elevando progresivamente a lo largo del año 2019.

El navegador del coche, por cierto, calcula automáticamente, cuando introduces una dirección, el porcentaje de carga con el que llegarás al supercargador que esté en la ruta y el tiempo que necesitas parar para llegar con carga a tu destino final.

Pero una cosa hay que tener en cuenta. Los vehículos matriculados a partir de septiembre de 2018, ya no tienen acceso gratuito e ilimitado a los supercargadores, es decir, la marca ha optado por darles 400 KWh gratuitos al año, y el resto toca pagarlos al precio de 0,24€/kWh. Es decir, recorrer 100 km con un consumo medio de 22 KWh cuesta 5,28 €. Mucho más barato que recorrer 100 km con un coche de combustión equivalente.

Al ser un vehículo eléctrico, disponemos de la etiqueta CERO EMISIONES de la DGT, que nos permitirá beneficiarnos de una reducción del 100% del precio por aparcar en grandes núcleos urbanos, así como distintos descuentos (según el ayuntamiento).

En Madrid, no se paga el impuesto de matriculación, tampoco el impuesto de circulación, puede pasar por las zonas APR del centro de Madrid y puede circular por el carril BUS-VAO aunque vaya en el interior una sola persona.

¿Se puede viajar con un Tesla Model S 100D?

La respuesta es que sí, como ya os he mencionado antes, nos hicimos un viaje de 1.000 km, cargando dos veces en los supercargadores, uno a la ida y otro a la vuelta, como si de un vehículo de combustión se tratara.

Salí de Alcalá de Henares en Madrid, con 503 km de autonomía y llegué a madrid con 452 km. Una vez cargado el coche de maletas, me dispuse a salir de madrid, cogiendo la carretera A-1 hasta llegar al cargador de Burgos, donde tenía pensado llenar al 100% la batería para poder usarlo dos días sin problemas, ya que nuestra intención era movernos para poder ver los distintos pueblos de la Rioja.

Tras aproximadamente 2h y 15 minutos, llegué al supercargador de Burgos, con 185 km de autonomía, tras haber recorrido 247 km desde Madrid. Y me preguntareis, ¿Por qué ha perdido 20 km, si saliste de madrid con 452 km de autonomía?, la razón, muy sencilla, todo cuesta arriba a una media de 114 km/h.

Como he mencionado antes, tenía pensado cargar al 100 %, pero era de noche, y tenía ganas de llegar al hotel. Para ello, aún me quedaban 100 km por carreteras secundarias limitadas a 90 km/h. Así que decidí cargarlo hasta conseguir unos 450 km de autonomía aproximadamente, para luego cargarlo en el hotel, simplemente por tranquilidad.

Al ser todo carreteras limitadas a 90 km/h y siendo un puerto descendente, al llegar al hotel, me encontré con la agradable sorpresa de haber gastado solo 60 km de batería, con lo que me quedaba con aproximadamente 390 km de batería. Ya eran las 9 de la noche, puse el coche a cargar en un enchufe convencional en el garaje del hotel que cargaba a 12 km/h por lo que nos fuimos a cenar y posteriormente a dormir.

A la mañana siguiente, el sábado, a las 9 de la mañana, la batería estaba cargada al 100 %, lo que nos permitió recorrer los pueblos de alrededor sin problema alguno, y al final de la jornada, volvimos con un 60% de batería, es decir, con 303 km de autonomía, e hice exactamente lo mismo que el día anterior, a las 11 de la noche que llegamos al hotel, lo puse a cargar toda la noche.

El domingo, con una autonomía de 450 km, decidimos bajarnos por Logroño y Soria, para bajar directamente al supercargador de Ariza en la carretera A-2, un total de 250 km. Todo autovía y carreteras secundarias con muchas rectas una vez pasado Soria, lo que me permitió poner a prueba el autopilot en carreteras secundarias, acompañados de una gran sensación de confort y seguridad, gracias al autopilot.

Llegué al cargador de Ariza con aproximadamente 200 km en la batería. Decidimos ir a merendar mientras el coche cargaba, tardamos aproximadamente 40 minutos, en los cuales, el coche ya tenía 400 km de autonomía, suficiente para llegar a Madrid, y devolverlo al día siguiente.

Durante los 5 días que tuve el Tesla Model S 100D, pude poner a prueba el autopilot en todas las circunstancias posibles, es decir, tanto en carreteras convencionales, donde no había línea de separación, pero sí un vehículo precedente, el autopilot era capaz de seguirlo sin invadir en ningún momento el carril contrario ni acercarse al vehículo de delante, lo que me permitió una conducción más dencasada, en la que prácticamente era un pasajero más, como en autopista, donde el coche, era capaz de circular, simplemente señalando yo con los intermitentes hacia donde quería ir, el se encargaba de cambiar de carril, de mantener la distancia con el vehículo que nos precedía e incluso respetar la señalización, tanto luminosa como vertical.

Un apunte, desde la aplicación de Tesla, podía sacar y meter el coche en línea recta, cuando estaba encajonado por dos coches, o ahora en invierno, poder encender la calefacción antes de subirme al coche, controlar donde está aparcado, controlar el volumen de la radio, abrir el techo…

En definitiva, con un coche de estas características, se puede viajar sin apenas planificar rutas. Es muy similar a llevar un coche de combustión. En ningún momento nos preocupó la autonomía.

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Diseño
9
Motor
10
Comportamiento
10
Interior
9
Equipamiento
10
Consumo
9

Destacable

  • Confort de suspensión
  • Prestaciones y confort de marcha
  • Espacio y maletero

Mejorable

  • Banqueta trasera demasiado baja