Sensaciones al volante

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Toyota Aygo 2019 ¿Es una buena alternativa para la ciudad?

El Toyota Aygo es un coche polivalente, muy válido para ciudad y para carretera que además cuenta con una muy buena relación calidad / precio / equipamiento.

El Toyota Aygo es un coche polivalente, muy válido para ciudad y para carretera que además cuenta con una muy buena relación calidad / precio / equipamiento.

Os voy a contar algo sobre este coche, el Toyota Aygo es un coche que comaparte plataforma con el grupo PSA. En concreto, tiene dos hermanos, el Citroën C1 y el Peugeot 108. Esto hace que tengan cosas en común a nivel de estructuras y tecnología, pero estéticamente no tienen nada que ver. Para mi gusto, el japones se impone a los franceses en lo que a diseño respecta.

Esta colaboración al ser también tecnológica, el Toyota Aygo viene con Apple CarPlay y Android Auto y es que es el único de toda la gama de Toyota que lo lleva. A excepeción de los rumores de que tanto Apple CarPlay como Android Auto llegaran al Toyota RAV4 2019 y al Corolla a finales de año (supuestamente mediante una actualización).

Tiene un diseño alegre y juvenil

El que un coche del segmento A destaque estéticamente, es una regla no escrita, y este Aygo no es la excepción que confirma la regla. Una de las cosas que más me sorprende es que tanto Toyota como Peugeot y Citroën han hecho suyo prácticamente el mismo coche, de manera que a simple vista, ninguno se parece entre sí.

Esta unidad equipa el color x-cyan (375 € extras), un azul que sin duda alguna, hace girar las cabezas de los transeúntes allí por donde pasa. Las llantas multiradio en bitono también son un elemento propio del Aygo y le ayudan a parecer un poco más dinámico. Montan neumáticos en medida 165/60 R15. Ese contraste entre el azul y el negro está presente por toda la carrocería, algo que explica el hecho de que los cristales traseros vengan de serie tintados.

El frontal tiene la característica forma de “X” que estrenó el modelo con su actual generación. No obstante, tras el restyling presentado a mediados de año del 2018 se ha reubicado la iluminación diurna. Ahora se incorpora una fina tira de led en las ópticas, en lugar del paragolpes. Además, hay que decir que los faros hacen un trabajo bastante bueno durante la conducción nocturna.

El nuevo Toyota Aygo sólo está disponible con carrocería de tres puertas en el acabado más básico (X-Play). Todas las demás son variantes de cinco puertas que, evidentemente, son las preferidas por la mayoría de clientes. Así, el usuario gana en funcionalidad y los ocupantes, en comodidad de acceso a las plazas traseras. Las puertas son amplias y permiten una buena entrada al habitáculo. Aunque para las personas altas, mejor que se sienten delante.

¿Veís el «agujero» en el paragolpes encima de la matrícula? Es el botón para abrir y cerrar el coche, ya que el acabado X-Wave, trae apertura y arranque sin llave. Sin embargo, para abrir el maletero, hay que presionar un botón debajo del logotipo. La forma de los pilotos le otorga una mayor sensación de anchura al coche.

El techo de lona es un plus

Una curiosidad del acabado que luce esta unidad, denominado x-wave, es la presencia entre el equipamiento de serie de un techo deslizante de lona. Un elemento, de accionamiento mecánico, que cambia por completo la naturaleza del coche… en apenas unos segundos pasas de un coche pequeño (en dimensiones) a un descapotable.

Tiene lo justo y necesario

El interior del Aygo es más que correcto en todos los aspectos, simplemente es lo que se espera en un coche de este tipo. Los detalles azules le dan un aspecto más alegre al habitáculo y la climatización automática nos ayuda a que la conducción en verano o invierno no sea un suplicio. Ambos son de serie en este acabado.

Por lo demás, el habitáculo es bastante normal, carente de florituras. Sí, se agradece que en un coche así no te sientas agobiado por nada durante la conducción. El espacio delantero es bastante bueno, teniendo en cuenta que no supera los 3,5 metros de longitud.

El volante me ha resultado demasiado grande, sobre todo en la parte superior. Pero se explica con el diseño de la instrumentación. Si el aro fuera más pequeño, el conductor tendría muchas dificultades para leer la información del cuadro y, de este modo, todo se ve a la perfección.

En cuanto a la regulación, tenemos una de cal y una de arena: no tiene regulación en profundidad, por lo que hay que acostumbrarse a que no se quede exactamente a la altura que nos gustaría; a cambio, en la regulación en altura, la instrumentación es solidaria a la columna de dirección, es decir, se mueve con ella. Esto nos permite que la vista hacia toda la información de a bordo sea siempre nítida.

En la consola central nos encontramos con una pantalla de siete pulgadas con conectividad (Apple CarPlay y Android Auto) que se maneja de forma fácil, aunque mejoraría más si fuera un pelín más rápida y tuviese navegación incorporada. Sí, siempre podemos conectar Google Maps o cualquier otra aplicación para buscar un destino, pero eso sí, siempre gastando datos.

Las salidas de aireación centrales se encuentran en la parte central del salpicadero, justo encima de la pantalla. Aunque en Toyota han logrado una buena solución para ubicarlas, debido a que en la pequeña consola central no tendrían sitio, lo cierto es que cuando hay un calor demasiado sofocante parece que su funcionamiento es más que correcto.

Está homologado para 4 plazas

Si, este coche es un 4 plazas, por lo que si queremos o necesitamos 5 plazas, debemos irnos a un Toyota Yaris o superior.

Las plazas traseras, como os podréis imaginar y es habitual en este segmento, se quedan sólo para casos urgentes. Aun así, dos adultos podrían llegar a viajar con cierto confort si no son muy corpulentos ni muy altos. De todos modos, los roces en rodillas serán constantes.

El maletero tiene unas formas que permiten aprovechar el espacio

El maletero tiene capacidad para 168 litros, pero teniendo en cuenta, que los pasos de rueda no están dentro del maletero, hace que el hueco se pueda aprovechar mejor el espacio.

Al abatir la segunda fila no nos queda un suelo plano, pero el volumen sigue siendo correcto para un coche del segmento A. Eso sí, el umbral del maletero queda algo alto y hay un buen salto del mismo al suelo del maletero.

Solo existe una motorización

El motor es sencillo, pero solo porque tiene una motorización. A diferencia de sus hermanos franceses que cuentan con una mecánica más potente (82 CV), el Toyota AYGO debe conformarse con una única mecánica de 998 cm3 con 72 CV y 93 Nm de par.

Ofrece un rendimiento bastante bueno y una respuesta muy directa al acelerador. Para un uso urbano es más que suficiente, pero también lo es para salir de vez en cuando de la ciudad a la hora de plantearse un viaje por autovía. Sube con contundencia y alegría hasta las 4.000 vueltas, donde ofrece lo mejor de sí.

Como es lógico, en un uso cotidiano no alcanzaremos nunca ese régimen. No obstante, en bajas brinda también un comportamiento adecuado. Al encarar una cuesta o pendiente pronunciada sí será recomendable reducir una o dos marchas para mantener el motor en torno a las 4.000 vueltas.

Los vibraciones y los ruidos que produce son los típicos en una mecánica de tres cilindros y de esta categoría. En cualquier caso, ninguno de ellos llegan a ser incómodos para el conductor o para cualquier otro ocupante del interior. Uno de sus puntos fuertes, como veremos después, son los ajustados consumos que logra.

Al no tener P (parking), el motor se puede apagar desde cualquier posición, pero para arrancar, siempre en N (neutro).

Dependiendo del acabado, se puede equipar una transmisión automática. En nuestro caso, el pequeño bloque se asocia a una caja de cambios automática de cinco velocidades bien escalonadas. Al circular a máximos legales en autovía, el motor gira a unas 4.000 rpm. Teniendo en cuenta sus características y el hecho de que no será lo común sacarlo por autovía, no se echa en falta una sexta marcha.

Para los «puristas», este coche cuenta con modo secuencial

Todas estas cifras corresponden a la versión dotada de la transmisión manual-pilotada con embrague robotizado x-shift, de cinco velocidades, que supone un desembolso adicional de 1.000 euros.

Es más cómoda, pero menos rápida que la manual que incluye de serie. Esta caja de cambios hace que el consumo medio se eleve en una décima, hasta alcanzar los 4,2 litros cada 100 kilómetros según la homologación. Eso sí, pega algún que otro tiron durante el cambio de velocidad. Esto se soluciona levantando el pie del acelerador antes de realizar el cambio de marcha.

La ciudad es su hábitat natural

Que el Aygo es un coche de ciudad, no me cabe la menor dura. Su ligereza unida con la facilidad de conducción lo hacen un coche muy cómodo para moverse por la urbe. Además, gracias a su tamaño, podemos aparcar en casi cualquier lugar, por lo que buscar hueco ya no será tanto problema.

Tiene una gran visibilidad, y donde más, en los espejos, que tienen el tama ideal, para poder ver con precisión cuando cambiarse de carril. La dirección es precisa, y con un radio de giro pequeño, lo que repito, nos facilitará aparcar.

Como todo buen coche urbano, tiene un tarado de suspensión equilibrado con sus ruedas que nos facilita las cosas al sobrepasar badenes, bandas sonoras o pasos elevados con total confort y sin latigazos, algo que también viene bien cuando nos disponemos a circular en zonas pobladas más rurales con un asfalto en peores condiciones.

Quizá pueda llegar a sentirse algo de brusquedad si nos enfrentamos a esos pasos elevados con algo más de velocidad de la debida, pero es una consecuencia de una batalla que supera por muy poco los 2,3 metros.

No paró de sorprenderme en carreteras reviradas

En carreteras reviradas sí noté un pelín de balanceos en curva. No obstante, el comportamiento sigue siendo irreprochable en un modelo de este segmento y con esta potencia.

Para que os hagais una idea, no quería bajarme de él una vez que acabé de probarlo por este tipo de carreteras, me pareció tan divertido… El motor no se acobarda en ningún momento de que era un motor pequeño y, en conjunto, se siente un coche ágil.

Por último, tal y como he dicho antes, en los viajes por autovía tampoco saca nada malo. El motor gira por encima de las 4.000 vueltas a 120 km/h y, pese a ello, consigue unos consumos bastante reducidos.

Cuando más tendremos que extremar las precauciones serán en los adelantamientos a camiones o en condiciones con fuerte viento lateral, porque es evidente que no se trata de un coche con un perfil ideal para luchar contra eso. En cualquier caso, brinda garantías suficientes como para pegarnos de vez en cuando un trayecto de cientos de kilómetros.

Tiene una gran relación precio / equipamiento

Desde poco más de 10.000 (10.690€) euros se puede adquirir el Aygo más básico en tres puertas que ya de por sí trae un equipamiento bastante bueno en relación a algunos de sus rivales. El llamado X-Play incorpora pantalla de siete pulgadas con conectividad (Android Auto y Apple Car Play), cámara de visión trasera, llantas de 15 pulgadas, aire acondicionado y luces diurnas de led. Además, el acabado más básico ya es muy personalizable.

Por encima se sitúa el X-Clusive, a día de hoy al mismo precio que la edición especial X-Cite. Esta ofrece, detalles exteriores en negro brillante, carrocería bitono, antinieblas, climatizador automático y paquete de seguridad Toyota Safety Sense (con sistema de precolisión y asistente de cambio involuntario de carril).

Por último, el tope de gama añade techo retráctil, a la que corresponde esta unidad, equipa de serei tapicería de cuero, sistema de acceso y arranque sin llave y sensor de iluminación. Su precio se fija en los 13.700 euros (14.350 euros si se prefiere automático).

Desde mi punto de vista, si el Toyota Aygo va a hacer las labores de segundo coche de la casa y sólo si se le va a dar un uso cotidiano en la ciudad y no van a usarlo más de dos personas a la vez, optaría por el acabado de acceso, que ya brinda un buena relación precio/equipamiento.

En cada caso tendría que barajarse si compensa la edición X-Cite o X-Wave, por eso de plantearse si resulta necesario el paquete de seguridad y/o se quiere una mayor personalización, algo que gusta mucho en este segmento.

El consumo es su punto fuerte

En la semana que tuve la ocasión de probar este Toyota Aygo X-Wave decidi hacer un reto, lograr el consumo oficial homologado (3,9 l/100 km). Para conseguir esto, los acelerones estan prohibidos, hay que ser muy suave con el acelerador y por último y más importante, anticiparse a lo que pueda ocurrir.

Para lograr este consumo, circule entre las velocidades de 110 y 120 km/h, aprovechando las bajadas para ganar algo de velocidad. A 120 km/h de pie, (porque esta unida no equipa control de crucero), el ordenador de abordo me marcó una media de 4 litros.

Sin embargo, el consumo mixto en autovía, secundarias y poblado fue de 6 l/100 km. Aunque ya os adelanto, que es bastante fácil de bajar, lo que ocurre que soy una persona que le gusta hacer una conducción normal y no eco.

Diseño
8
Motor
7
Comportamiento
8
Interior
7
Equipamiento
7
Consumo
8

Destacable

  • Estética atractiva
  • Buen equipamiento de serie
  • Consumos ajustados

Mejorable

  • Sin opción de equipar Start & Stop
  • Sin modo ECO
  • Sin equipo de navegación propio