Haber tenido en casa el Volkswagen Golf 8 prácticamente durante un mes ha sido todo un honor, pero también una enorme responsabilidad y un compromiso, ya que al igual que le pasó al Escarabajo en su momento, el Golf se convirtió en todo un icono de la marca alemana.
La pregunta que hay que hacerse es: Tras 7 generaciones, ¿Cómo renovarse y seguir evolucionando sin traicionar lo que eres?
Para contestar a esta pregunta, decidí pedirle a la marca alemana el nuevo Volkswagen Golf 8 1.5 eTSI 15o CV 2020, la versión híbrida ligera del auténtico rey del segmento C con el cambio automático de doble embrague DSG.
En la historia del Golf hay una generación que rompió por completo con respecto a sus predecesores. Se trata de la tercera generación, muy criticada por perder los faros redondos pero que acabó por enamorar al mundo.
Y probablemente esta octava generación también romperá el mercado pese a que mantiene las proporciones y el aire de familia porque rompe bastante en lo que respecta al diseño exterior e interior y sobretodo, a nivel de motores.
El nuevo Golf 2020 tiene 13 combinaciones posibles a nivel de motor tanto de gasolina como diésel, y también con soluciones de tipo microhíbrido, que la marca denomina eTSI, e incluso híbridos enchufables. Por el momento no hay versiones 100 % eléctricas, por lo que si quieres la versión eléctrica, tendrás que conformarte con la generación anterior.
Esta unidad con el sistema de baja hibridación de 48 voltios consigue que el VW Golf eTSi de 150 CV obtenga la etiqueta Eco de la DGT y promete una reducción en los consumos y emisiones del 10%. ¿Lo cumplirá?. Lo veremos a lo largo de la prueba.
El Golf 8 no cambia demasiado por fuera
¿Habéis visto el anuncio que dice “Si parece un Golf no es un Golf”? Pues resulta que el problema de ser un icono como el Golf es que no puedes cambiar demasiado porque te arriesgas a que deje de ser un Golf.
Aunque esta generación conserva los detalles que caracterizan a todos los Golf (proporciones, grosor del pilar C, caída de la luna trasera … ), el nuevo Volkswagen Golf 8 es una de las generaciones que más cambios ha recibido y rápidamente vemos una nueva cara.
El frontal es uno de los puntos claves por el que podemos diferenciar al nuevo Golf 8 del resto de vehículos gracias a unos faros muy rasgados, una parrilla algo más ancha, un faldón en el que la rejilla horizontal hace que parezca más ancho y bajo de lo que es realmente y una estética bastante limpia y trabajada.
Según la marca alemana, se ha mejorado mucho la aerodinámica, reduciendo la superficie frontal y haciendo más afilado el morro, además de estudiar mejor el flujo de aire hacia la mecánica.
Desde el acabado más básico del Golf 8, todas las luces (incluidas las interiores) son de led. De serie en el acabado básico y en el Life, los faros delanteros son de led en forma de parábola. Sin embargo, en el acabado Life podemos elegir por 985 € los faros performance (I.Q. Light) y del Life en adelante, los faros I.Q. vienen de serie.
Estos faros I.Q. Light son matrix led adaptativos y proporcionan muy buena luz por la noche, lo que permite circular por la noche con total tranquilidad y prácticamente como si fuera de día, ya que estos faros alumbran bastante y no deslumbran al resto de vehículos ya que al ser adaptativos, encienden y apagan los sectores correspondientes al resto del tráfico, dejando iluminado todo lo demás.
El lateral del Golf 2020 es una de las partes que menos ha cambiado con respecto a la generación precedente, a excepción, claro está, del diseño de alguno de los “nervios” que le otorgan un toque renovado a la par que continuista, para que sea una “cara nueva” y siga siendo un Golf.
Los acabados y ajustes de las puertas y paneles de la carrocería son bastante buenos y, además, las puertas tienen un buen tamaño y abren mucho (prácticamente entre los 75 y 80 grados), lo que facilita enormemente el acceso al interior.
La parte trasera se ha renovado ligeramente y ahora cuenta con unos pilotos traseros algo más finos, que personalmente me recuerdan al Seat León de la generación anterior. Si miras un poco más hacia debajo, me ha llamado la atención que el paragolpes tenga la forma de unas falsas salidas de escape y esto aunque parezca una tontería, tiene su sentido.
Volkswagen ha decidido que en lugar de hacer varios diseños de un paragolpes trasero, era más barato hacer el mismo y en función de la versión ponerle las salidas de escape falsas pero con cromados alrededor. En fín, ¿donde quedaron las auténticas salidas de escape?. Qué manía están cogiendo ahora todas las marcas con ocultarlas 😩 . En fín … siempre nos quedará la versión GTI.
Por dentro si que cambia bastante
Cuando abrí la puerta por primera del nuevo Volkswagen Golf 8, me di cuenta de que lo que más había cambiado era el interior, en concreto, el salpicadero. Mantiene esa sobriedad típica de los modelos alemanes, pero los mandos, la instrumentación y el sistema multimedia tienen una configuración completamente nueva, sobre todo, porque los mandos físicos escasean ya que la gran mayoría son táctiles, incluidos los botones de las luces.
Al no haber teclas físicas, es mucho más fácil diseñar los paneles de la consola, en cuyos planos no es necesario posicionar multitud de teclas, casi todos los paneles son lisos y sin piezas insertadas, lo que le otorga un toque más elegante y más “zen” al tener todo el salpicadero despejado.
Te voy a poner un ejemplo muy claro: si estás acostumbrado a conducir coches distintos cada semana (como es mi caso), te sorprenderás a la hora de buscar el mando para desempañar el parabrisas o la luneta, ya que estamos acostumbrados a encontrarlo en la consola central entre los mandos de la climatización, pero en este caso se encuentra junto con los mandos de las luces.
El Golf 2020 está pensado para alguien que no ha conducido nunca antes o para quién no tiene estas costumbres. Se podría decir que el Golf 8 es un coche intuitivo, ya que el hecho de que estos mandos estén junto con las luces es porque desde la marca han considerado que es más lógico que todo lo que tiene que ver con la visibilidad esté agrupado en el mismo lugar. En fín … cosa de gustos y preferencias.
Soy una de esas personas que prefiere mantener los mandos de la climatización como siempre han sido, físicos, ya que considero que tenerlos en el sistema multimedia es más lioso y hace que desvíes durante más tiempo la vista de la carretera y por tanto, hace que sea más peligroso subir o bajar la temperatura mientras conduces.
En el nuevo Volkswagen Golf 2020 no se han bajado del burro y tenemos los mandos de la climatización están en el menú de la pantalla multimedia, pero tenemos unas teclas táctiles que nos permiten subir y bajar la temperatura directamente, sin tener que acceder al menú de climatización.
Lo malo de estas teclas es que por la noche no están iluminadas y por tanto, cuesta dar con ello. Me imagino que se debe a que es un sistema táctil por infrarrojos y si le ponen una luz puede interferir en el funcionamiento.
Un detalle que no me gusta nada en absoluto es el abuso de los fabricantes del uso del negro piano. Estéticamente no lo voy a criticar porque es cuestión de gustos, pero este material es muy sucio, el polvo y las huellas dactilares «cantan» muchísimo, se raya fácilmente y, sobre todo, produce algunos reflejos y destellos durante la conducción que pueden resultar algo molestos.
La postura de conducción es muy buena y se adapta a los diferentes gustos y tallas gracias a la cantidad de reglajes del asiento y de la columna de dirección. Los pasajeros de las plazas delanteras tienen mucho espacio y unos excelentes asientos ya que recogen bastante bien el cuerpo, con reglajes eléctricos y banqueta extensible para el conductor. Además de numerosos huecos donde dejar objetos y un cargador inalámbrico para cargar el móvil.
Gracias al tamaño de las puertas traseras, el acceso a las plazas traseras es bastante cómodo, sobretodo si tenemos en cuenta que es un compacto. Mi mayor sorpresa fue cuando me senté detrás y no me di ni con la cabeza ni con las rodillas y eso que tenía el asiento delantero en mi posición de conducción (1,80 m de alto), por lo que viajar dos personas adultas detrás no va a ser ningún problema.
Sin embargo la plaza central tal y como pasa en el resto de compactos, es algo más dura ya que tiene un reposabrazos como respaldo y es más alta por lo que es mejor reservar esa plaza para ocasiones muy puntuales y mejor si es para gente menuda. Para concluir, este es uno de los compactos con mayor espacio y esto se nota, la única pega será la anchura, que es la cota más limitada.
El Volkswagen Golf 2020 tiene 380 litros de capacidad
En lo que al maletero se refiere, hablamos de 380 litros de capacidad (un Focusofrece 5 litros menos y un Mégane 4 litros más), o bien 1.237 litros con los asientos traseros abatidos, por lo que se puede decir que el maletero del Volkswagen Golf 2020 está en la media del segmento C.
La boca de carga es bastante grande y está relativamente baja por lo que cargar bultos pesados y grandes no va a ser ningún problema. Además, si queremos cargar un objeto largo como unos esquís, tenemos la ventaja de contamos con una trampilla en el asiento central.
Una gran variedad de motores
La gama arranca con los clásicos motores de gasolina. Por un lado, el 1.0 TSI, tricilíndrico y de 110 CV, que llegará un poco más adelante, y por otro, los 1.5 TSI, de 130 y 150 CV. A estos se suman dos variantes diésel, basadas en el 2.0 TDI, con 115 y 150 CV de potencia. De serie, todas estas versiones se combinan con una caja de cambios manual de seis marchas.
Un paso más allá encontramos las versiones denominadas eTSI y que son variantes microhíbridas de los tres bloques de gasolina que poseen la etiqueta Eco de la DGT. Además de contar con un sistema eléctrico de 48 V y un motor de arranque/alternador específico, se asocian exclusivamente al cambio automático DSG, de doble embrague y siete relaciones.
Además,Volkswagen ofrece dos versiones híbridas enchufables, denominadas eHybrid. Una de 204 y otra de 245 CV de potencia. En ambos casos, la transmisión es la automática DSG, de doble embrague y siete marchas, y la batería ofrece 13 kWh de capacidad. La autonomía en modo eléctrico, en las dos versiones, es de hasta 56 kilómetros en ciclo WLTP, lo que les otorga la etiqueta 0 Emisiones de la DGT.
Las variantes más potentes de gasolina, basadas en el bloque 2.0 TSI, se reservan para Golf GTI con 245 CV de potencia con cambio manual o automático y el Golf R con 320 CV y cambio automático DSG de siete relaciones. Que ganas tengo de hecharle el guante al Volkswagen Golf 8 R 🤤 .
Este Golf 8 lleva el motor 1.5 eTSI de 150 CV
Esta versión eTSi de 150 CV monta la mecánica de 1,5 litros turbo que ya existía en la generación anterior y montan otros modelos del grupo VAG, pero se complementa con un sistema de hibridación ligera de 48 voltios que es lo que añade esa «e» a su denominación.
Al motor de 4 cilindros turbo de gasolina se le asocia un ISG (siglas inglesas de arrancador/generador integrado) que sustituye al alternador y que tiene 3 funciones:
- Arrancador: pone en marcha el motor tras las fase del sistema Start & Stop y tras la conducción en modo vela.
- Generador: carga las redes eléctricas (la de 12 voltios y la de 48 v) aprovechando la marcha en inercia cuando sea posible.
- Empuje: en las fases de aceleración y al iniciar la marcha, se comporta como un pequeño motor eléctrico que da un poco de ayuda al motor de combustión para reducir su consumo en esas fases en las que es donde más consume, además de mejorar el par.
Este sistema ISG está alimentado por una batería de 48 voltios y permite que, cuando hacemos uso de del desplazamiento por inercia, el coche no sólo circule con la máxima inercia como si fuésemos en punto muerto, también apaga el motor de gasolina cuando no lo necesitamos.
Con ello, Volkswagen promete unos ahorros de consumo de hasta el 10% y la verdad es que tras casi un mes de prueba, he podido comprobar que funciona bastante bien y efectivamente ahorra bastante combustible. Llegando a obtener consumos muy similares a los de un diésel de iguales prestaciones. Tras 2.700 km, el resultado combinado ha sido de 5,7 l/100 km, simplemente increíble.
Además de este sistema de baja hibridación para reducir el consumo, el 1.5 TSi cuenta con el sistema de desconexión selectiva de cilindros. Cuando vamos a punta de gas llaneando o con una leve pendiente favorable, el motor funciona en dos cilindros. Lo único que nota el conductor es un leve cambio de sonoridad del motor y una pequeña pérdida de potencia casi imperceptible. Pero no te preocupes, en cuanto vuelves a dar gas, se activan de nuevo todos los cilindros.
Cambio automático DSG de 7 relaciones
Para que todo este sistema funcione a la perfección y sea capaz de apagar y encender el motor mientras rodamos con inercia, esta mecánica va asociada a la caja de cambios DSG de 7 marchas, que rápidamente activa la rueda libre si seleccionamos el modo Eco y se dan las circunstancias para que se pueda rodar a vela y apagar el motor.
Como de costumbre, con el sistema Drive Select podemos elegir varios modos de conducción para cambiar “radicalmente” la personalidad del Golf:
- Eco: prioriza los consumos quitando sensibilidad al pedal del acelerador, el cambio activa la rueda libre y busca siempre ir en la marcha más larga posible.
- Normal: busca un compromiso ideal entre prestaciones y consumo y lo cierto es que lo consigue.
- Sport: otorga mucha más sensibilidad en el pedal del acelerador, el cambio busca ir en la zona de par máximo y la dirección se endurece ligeramente hasta tal punto de que parece un “deportivo”.
- Individual: eliges en qué modo quieres poner cada parámetro (dirección blanda y todo lo demás, sport, por ejemplo).
Se comporta como un Golf
Desde su nacimiento, una de las principales virtudes del Golf ha sido su homogeneidad y su polivalencia. No es el mejor en nada, pero tiene un notable en prácticamente todo y es más que válido para todas las circunstancias. Incluso durante la nevada Filomena.
Cuando cayó tal cantidad de nieve, me encontré con un hándicap, tenía un coche con neumáticos de verano y con tracción delantera y tenía que usarlo para poderlo probarlo ya que me tocaba devolverlo muy pronto.
Y resultó que tras sacarlo de la nieve, gracias a su poco peso (1.280 kg) y a su eficaz control de tracción el Volkswagen Golf 8 era capaz de moverse por todos los caminos que habían formado otros vehículos más grandes, saliendo airosamente de la mayoría de circunstancias.
Incluso es capaz de iniciar la marcha en un terreno resbaladizo en donde otros vehículos se quedaban atrapados. En fín, no estuvo nada pero que nada mal usar el Golf 2020 durante Filomena. Incluso tuve la oportunidad de pasármelo bien haciendo saltar el control de tracción 😅 .
Ahora vamos a hablar desde un punto de vista objetivo. El Volkswagen Golf 8 no es el más ágil, ni el más cómodo… pero va muy bien en casi todas las situaciones. Las suspensiones filtran bien y, como esta unidad calzaba unas ruedas de medida muy razonable (225/45-17) en lugar de llantas de tropecientas pulgadas, los baches, guardias tumbados y defectos de la calzada no se le atragantan ni tampoco los notamos en los riñones.
La dirección tiene un buen nivel de asistencia y un excelente radio de giro que nos facilita bastante la vida en las maniobras en ciudad, donde el cambio automático también nos quitará estrés en medio del tráfico denso. Además, las medidas contenidas (4,284 m de largo, 1,789 m de ancho, 1,456 m de alto) ayudan a encontrar fácilmente un sitio donde poder aparcar el Golf 2020.
En carreteras secundarias es un coche que se desenvuelve muy bien también. A ritmos tranquilos disfrutamos de una conducción muy natural y con unos consumos muy bajos. Si queremos avivar el ritmo y practicar una conducción deportiva, la respuesta también es buena y el Golf 8 sobresale por unas reacciones muy nobles, predecibles y que perdona muchos de nuestros errores gracias a su ancho de vías y a su reparto de pesos.
Un sistema de frenos diferentes y muy seguros
Los frenos tienen un tacto bastante peculiar y hay que acostumbrarse a ellos. El coche está tan sensorizado que muchas veces el circuito está precargado y a la mínima caricia sobre el pedal frena una barbaridad. Otras, en cambio, la misma pedalada tiene menos consecuencias. Esto es porque el conjunto de sensores hace que el freno se vuelva más duro al detectar, por ejemplo, un obstáculo o un vehículo demasiado cerca para que te de tiempo a frenar.
Al principio puede despistar un poco, porque no se sabe muy bien cuánto frenará cuando lo toquemos. En conducción deportiva es un incordio porque a veces nos interesa rozar levemente el freno para transferir algo de peso al eje delantero, y te encuentras con que casi te clava y resulta excesivamente brusco.
Pero una vez te acostumbras a ello y sabes cuando se va a volver más duro, es muy fácil de utilizar. Ahora una cosa te digo, este sistema viene muy bien para evitar accidentes e ir algo más seguro al volante, por tanto, considero que este tipo de frenos es un gran punto a favor.
Por suerte, el chasis y el control de estabilidad se tragan casi todas esas imprecisiones y el coche se mantiene estable y en la trayectoria segura, siendo este uno de los coches más cómodos, fáciles y seguros de conducir con mucha diferencia.
Al salir a autopista y autovía te llevas la gran sorpresa de que es muy silencioso y que su confort de viaje es muy elevado. De nuevo su pisada es segura y transmite mucha confianza en todo momento, incluso a la hora de pasar por juntas de dilatación o badenes en plena curva.
Además, gracias a los 150 CV y al cambio automático DSG de 7 relaciones, basta con dar un leve pisotón al acelerador para salir catapultados hacia delante, así que, en este sentido no puedo poner ni una sola pega.
Esta mecánica se comporta bien en todas las circunstancias y te garantizo que en ningún momento te vas a quedar sin potencia. Simplemente la combinación idónea con este Volkswagen Golf 8. Además, a 120 km/h en un viaje, apenas te vas a enterar de que va encendido ya que en séptima, el motor gira a algo más de 1.500 rpm.
Acabado First Edition
El Golf 8 cedido en esta ocasión cuenta con el acabado First Edition, una serie limitada para celebrar el lanzamiento de la octava generación del Volkswagen Golf, y cuenta con una serie de detalles de equipamiento específicos reservados para esta edición. Detalles como el color, las llantas o los emblemas de First Edition son exclusivos.
Si vestimos nuestro Golf 8 partiendo de la versión Life con todo el equipamiento de esta unidad, la factura final se nos dispara por encima de los 36.000 euros, al añadir cerca de 5.000 euros en extras como el asistente de luz de carretera, las llantas de 17 pulgadas, el navegador Discovery pro, etc. El Volkswagen Golf 8 más básico cuesta 25.985 € y lleva el motor gasolina 1.0 TSI de 110 CV y 6 velocidades (manual).
En el apartado de confort va bien servido y encontramos elementos como los asientos calefactados, el reglaje eléctrico para el conductor, climatizador trizona con mandos de regulación independientes en las plazas traseras, luz ambiental en el interior, anclajes Isofix, etc.
Lo bueno es que de serie no echaremos de menos demasiadas cosas en el apartado de seguridad, pues incluye ya asistentes avanzados a la conducción como el control de crucero adaptativo, el asistente de mantenimiento en el carril, alerta de colisión con frenado de emergencia, sistema de mitigación de colisión múltiple… no está nada mal.
En el apartado de conectividad y multimedia, el Golf 2020 también está bien servido al disponer de Apple CarPlay inalámbrico y Android Auto, pero queda un poco rezagado respecto a rivales como el Serie 1 de BMW en cuanto al interfaz para el manejo de todos estos sistemas.
Mientras que Mercedes o BMW cuentan con un asistente virtual con inteligencia artificial tipo Alexa, en el Golf 8 no podremos usar comandos de voz naturales para, por ejemplo, meter una dirección en el navegador sino que tendremos que seguir un orden específico, lo mismo que para buscar un contacto en la agenda del teléfono o la música.
Un consumo muy contenido
Si se aprovecha correctamente la tecnología que incorpora este Golf 8 e-TSi, se pueden lograr unos consumos realmente bajos e igualar las impresionantes cifras homologadas, que apenas han diferido de las medidas durante todo el mes de prueba.
Haciendo uso del modo Eco y sacando partido al apagado del motor mientras se activa el modo libre y rodando a punta de gas con los cilindros desconectados durante un tiempo considerable, este Golf puede llegar a gastar los 4 l/100 km declarados en carretera. En un uso más realista y con algún adelantamiento, tampoco se disparan demasiado estas cifras y el Golf 2020 e-TSi puede circular en tráfico real por carretera con consumos en el entorno de los 4,6 l/100 km.
En ciudad, la cifra oficial de 6 l/100 km es algo optimista, al menos en esta época del año en la que el frio aprieta y la climatización tiene que trabajar más de la cuenta, impidiendo que el start & stop tenga apagado el motor demasiado tiempo. El consumo urbano obtenido ha sido de 6,6 l/100 km.
En autopista, manteniendo los máximos legales y con 3 puertos de montaña, el consumo medio ha sido de 5,9 l/100 km, una cifra excelente.
Con estos valores de consumo y un depósito de gasolina de 50 litros de capacidad, la autonomía del VW Golf 8 e-TSi está por encima de los 800 km. En definitiva, se nota que este coche sigue siendo el rey de los compactos, que sigue siendo un Golf y que esta tecnología mild-hybrid cumple lo que promete, bajando los consumos a un nivel similar a los que estaría un diésel de igual potencia, pero eso sí, con etiqueta ECO.
Destacable
- Sistema de iluminación
- Ayudas a la conducción
- Confort de marcha
Mejorable
- Mandos táctiles en vez de físicos
- Abuso del negro piano
