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Mazda CX-30 Skyactiv-X: Un coche único

El <b>Mazda CX-30 Skyactiv-X</b> es un coche único tanto por su motor, con unos consumos bajos, como por su diseño y equipamiento.

El Mazda CX-30 Skyactiv-X es un coche único tanto por su motor, con unos consumos bajos, como por su diseño y equipamiento.

¡Al fín he podido echarle el guante al nuevo Mazda CX-30 Skyactiv-X! Llevaba bastante tiempo deseando probar este SUV por dos razones. La primera, su diseño, personalmente, pienso que es uno de los todocaminos más bonitos del mercado, es un coche que te entra por los ojos y que mucha gente se queda mirando y la segunda y la más importante, por su motor. 

Este Mazda CX-30 Skyactiv-X es un coche con una característica única. Y esto es algo que me tenía bastante intrigado, pero después de casi 1.000 km con él, las conclusiones que he sacado son bastante claras, ¡Vaya maravilla de la ingeniería! Simplemente te digo, que si lo pruebas, no vas a querer bajarte de él.

El Mazda CX-30 es muy atractivo

Frontal lateral izquierdo Mazda CX-30 Skyactiv-X

Uno de los grandes puntos de Mazda, es su diseño. La línea Kodo estrenada en el Mazda3, ha sido del todo un acierto y sus formas sutiles, elegantes y sofisticadas son un imán gigante para los ojos de cualquier persona.

Al ser el último en llegar, el Mazda CX-30 le da una vuelta de tuerca más a todos los detalles. Si te has fijado, la carrocería está levemente curvada, al igual que en su hermano pequeño el Mazda3. Esto es algo que a algunos les puede chocar.

Frontal Mazda CX-30 Skyactiv-X
Los faros son de tipo LED, con función de luces largas adaptativas o matriciales.

En el frontal del Mazda CX-30, lo predominante es la enorme calandra en negro satinado donde van los sensores de parking y la cámara delantera, que por cierto, van super bien ocultos. 

Los 9 colores disponibles realzan bastante bien las complejas superficies de la carrocería. Personalmente, si me tuviera que quedar con un color, me quedaría con el ya tan característico Soul Red que tantas cabezas gira allá por donde pasa. Este color es para Mazda lo que el amarillo es para Lamborghini.

Desde mi punto de vista, solo tiene un defecto

Frontal lateral derecho Mazda CX-30 Skyactiv-X

El coche perfecto no existe, por tanto, algún defecto tenía que tener. Eso sí, es un defecto leve. ¿Sabes dónde están los intermitente delanteros? Están ubicados en el faldón delantero, un lugar poco visible, y donde los conductores no solemos mirar, lo cual lo hace menos visibles aún y en esa ubicación se convierte en un elemento negativo para la seguridad.

Por cierto, ya que me pongo a hablar de los indicadores de dirección, tienen una forma muy peculiar de diferenciarse del resto de los coches. Ahora se han puesto de moda los intermitentes conocidos como secuenciales. En ellos la luz parece ir avanzando. Aquí lo que hacen es que en vez de apagarse de golpe, se van atenuando progresivamente.

Lateral derecho Mazda CX-30 Skyactiv-X

En el lateral del Mazda CX-30 me llama mucho la atención el gran tamaño de los pilares pilar C y D que desde dentro cierto es que, limita algo la visibilidad trasera. Pero bueno… eso se compensa con el sistema de cámaras 360 grados con resolución HD. La única pega de este diseño es, como te contaré más adelante, condiciona el acceso y el espacio en las plazas traseras.

Un elemento que es prácticamente obligatorio si quieres algo de contraste con la carrocería son las llantas acabadas en color grafito, que de tamaño están bastante bien (18″, 215/55 R18). En el acabado Zenith es de serie.

Una trasera con personalidad

Trasera Mazda CX-30 Skyactiv-X
¡Al fin! Un SUV con dos salidas de escape reales. El maletero es de apertura eléctrica.

Lo más llamativo de la parte trasera son los grupos ópticos (con tecnología LED), de formas algo complejas y con una especie de ojo con una ceja muy marcada. La única diferencia estética del Mazda CX-30 Skyactiv-X con respecto al resto de motores, es el anagrama de la derecha del portón

El interior es propio de un coche de lujo

Salpicadero vista izquierda Mazda CX-30 Skyactiv-X
El Head-Up-Display se proyecta directamente en el parabrisas y muestra la información de la velocidad, del control de crucero y la última señal que ha leido.

Si por fuera te ha dejado impresionado, el interior no te va a decepcionar. El Mazda CX-30 tiene uno de los mejores interiores que hay en este segmento. Desde el Mazda3, Mazda ha querido que sus interiores pasen de ser generalistas a ser premium, y la verdad es que lo han conseguido y con creces.Tanto por el diseño como por la calidad percibida y acabados.

El salpicadero tiene unas formas envolventes y está forrado en un cuero sintético de tacto acolchado y muy agradable. Además esta combinación de marrón y negro es espectacularmente bonita.

La instrumentación es muy clara, y el conductor dispone de todos los mandos orientados hacia él y por cierto, muy accesibles. Además, la forma en la que se ha dado continuidad al salpicadero prolongándose hacia las puertas es muy elegante. 

Puesto de conducción Mazda CX-30 Skyactiv-X
La iluminación interior es muy buena ya que todas las luces son de tipo LED.

La distribución de los mandos es la perfecta, todo queda a mano y es sencillo de manejar, y la cantidad y capacidad de huecos para dejar objetos, es muy buena. Si a eso le sumamos un volante de tacto y dimensiones perfectos, el resultado es impresionante. 

Mazda cree que en vez de poner tiras de led por todo el interior para hacerlo más vistoso, lo más importante para hacer un interior premium para este Mazda CX-3O Skyactiv-X es recurrir a mejores materiales, a buenos ajustes y un diseño con encanto.

Las plazas delanteras son bastante amplias, recogen bien el cuerpo y tienen una muy buena ergonomía. Dentro apenas se escucha el motor, no hay ni una sola vibración. Esta muy bien aislado, y hay veces que tienes que tienes que fijarte en el cuenta vueltas para saber si está arrancado o no. Todo esto junto hace que cuando vas dentro del nuevo Mazda CX-30 Skyactiv-X tengas la sensación de ir en un coche de lujo.

Plazas traseras vista izquierda Mazda CX-30 Skyactiv-X

Si a esto le sumas que al fín hay una marca que trata igual a los pasajeros delanteros como a lo traseros, el resultado del interior es simplemente sensacional. Pongo un ejemplo, los paneles de las puertas traseras son muy similares a los delanteros en lo referente a acabados. 

Las plazas traseras tienen un espacio holgado, suficiente para que dos personas entorno al metro ochenta vayan sin problemas, con espacio más que suficiente tanto para las cabezas como para las rodillas. La plaza central tiene un respaldo algo duro debido a que tiene un reposabrazos con dos portabebidas (eso sí, bastante ancho). Tres personas adultas pueden viajar detrás, pero… apiñados.

¿Cuál es la capacidad del maletero del Mazda CX-30?

Maletero Mazda CX-30 Skyactiv-X

El maletero tiene unas formas muy aprovechables y un volumen correcto, 430 de capacidad que se pueden incrementar abatiendo los respaldos traseros. El Mazda CX-30 es uno de los modelos más compactos entre los SUV del segmento C, con menos de 4,4 m de longitud y esto penaliza algo el espacio. No te preocupes, el equipaje de 4 personas cabe sin problemas.

La gran promesa de Mazda

Mazda promete que su motor Skyactiv-X tiene un funcionamiento con el que se puede ahorrar mucho combustible y que en el caso de que claváramos el pie, los 180 CV cumplirán, pero claro, no de la manera a la que los motores turbo nos tienen acostumbrados. 

Los ingenieros de la marca japonesa querían diseñar un motor eficiente y con un alto rendimiento y lo han conseguido. Con este motor, se consigue sacar mucha más energía por cada gota de combustible, y eso amigos míos, es rendimiento.

El motor es una auténtica obra maestra

Este Skyactiv-X da un bofetón a todos sus rivales, que llevan años intentado hacer funcionar un motor con un concepto técnico muy parecido, todos sin éxito hasta que Mazda lo ha conseguido. Este motor junta las bondades de un motor diésel y las de un motor de gasolina.

Multimedia Mazda CX-30 Skyactiv-X
En el monitor del flujo de energía se enciende un indicador en verde (SPCCI) al lado de los cilindros que indica que el motor está funcionando de forma óptima.

Para que no nos perdamos, voy a intentar simplificar las cosas. Mazda utiliza un sistema llamado SPCCI (Spark Plug Controled Compression Ignition) o lo que es lo mismo, encendido por compresión controlado por chispa

Detrás del Skyactiv-X hay mucha ingeniería

Se trata de un bloque de 2 litros de cilindrada con cuatro cilindros e inyección directa y 180 CV. Este motor lo que hace es que a bajas y medias vueltas, realiza la combustión mediante compresión (mucho aire y poca gasolina), como si de un diésel se tratase. No obstante, dispone de bujías, y cuando la exigencia es alta y por tanto las vueltas también, funciona como un motor de gasolina convencional, con encendido por chispa.

Motor Mazda CX-30 Skyactiv-X
La tapa del motor no solo es decorativa, si no que reduce considerablemente el ruido y las vibraciones del motor hacia el interior.

Otro componente fundamental del Skyactiv-X es el compresor volumétrico, que ayuda a que la mezcla tenga mayor proporción de aire, que a diferencia de otros propulsores, este elemento no está enfocado a obtener una mayor potencia o incrementar el empuje a bajas revoluciones, si no a la rebaja de los consumos.

Asimismo, esta motorización va unida a un sistema de microhibridación, al igual que sucede en el Skyactiv-G. Está formada por una red de 24 voltios, un motor eléctrico y una batería de iones de litio, lo que le hace merecedor de la etiqueta ECO de la DGT. En este enlace puedes encontrar datos adicionales sobre el motor Skyactiv-X.

El Mazda CX-30 es seguro y dinámico

Trasera lateral derecho Mazda CX-30 Skyactiv-X

La plataforma de este modelo está muy bien planteada y su estabilidad y comportamiento están al nivel de las mejores. Este es un coche pensado para hacer ciudad de forma diaria para ir y volver del trabajo y para hacer viajes con la familia los fines de semana. 

Es muy agradable de conducir, la dirección tiene buen tacto y un buen radio de giro. Si a esto le sumas las dimensiones tan compactas (4,395 m de largo x 1,795 m de ancho), hace que maniobrar en la ciudad no sea tan engorroso.

Como he comentado antes en el diseño, la visibilidad trasera se ve algo reducida por el diseño de la carrocería, pero gracias al ángulo muerto, la alerta de tráfico cruzado y las cámaras 360 º no va a ser complicado aparcar o salir de un aparcamiento. Por delante, ningún problema, vas sentado algo más alto y se ve bien todo lo que hay por delante de nosotros. 

Cambio Mazda CX-30 Skyactiv-X

El mayor inconveniente de cualquier coche en la ciudad es el no tener cambio automático, pero… en este caso el cambio manual del Mazda CX-30 Skyactiv-X es agradable de manejar, preciso y con recorridos cortos, lo que hace que este inconveniente, para los puristas, sea una gran ventaja.

El motor responde con contundencia en bajo y medio régimen y el start & stop reacciona rápido. El motor se apaga justo unos metros antes de llegar a 0 km/h y en cuanto sueltas el pie del freno, el motor se arranca sin producir ningún tipo de vibración.

En carreteras secundarias no defrauda

Trasera lateral izquierdo Mazda CX-30 Skyactiv-X

En las carreteras secundarias se mueve con mucha soltura, y las reacciones son bastante predecibles. Al ritmo de la circulación, va sobrado y si te da por apretar el pedal de gas y aumentar el ritmo, quiero que sepas que no te va a defraudar, y más si has equipado tu coche con el cambio manual. 

Al tener unos desarrollos de marcha bastante largos para reducir consumos, si vas ha hacer conducción alegre o un adelantamiento, tienes que tener en cuenta que has de bajar todas las marchas que hagan falta para poner el motor a girar por encima de las 4.500 rpm y apurar bien para tener el empuje que puedes esperar de un motor con 180 CV. Esto se debe a que el par máximo se entrega a partir de esas revoluciones.

En cuanto hayamos superado el momento de tener que hacer un adelantamiento o necesitar reprís, volvemos a meter quinta o sexta y pasamos a circular sin apenas ruido y consumiendo muy poco.

Su hábitat es la autopista

Este tipo de SUV están pensados para ser grandes ruteros y donde mejor se sienten es en las autovías y autopistas. En este entorno se desenvuelve sin ningún problema, manteniendo siempre la velocidad que le hayamos marcado y si encima llevamos conectado el control de crucero adaptativo junto con el sistema de mantenimiento en el carril, los kilómetros caen sin apenas darnos cuenta.

Al ser un motor atmosférico, cuando te encuentras con algún repecho fuerte, en determinadas ocasiones no te queda otra que bajar a 5ª o incluso a 4ª velocidad para superar el repecho manteniendo los 120 km/h.

En definitiva, es un coche agradable y fácil de conducir, con reacciones seguras y suficientes prestaciones, pero el motor exige estar algo más pendiente del cambio de lo que estamos acostumbrados con motores turbo.

No se echa en falta nada, lo tiene todo

Apple CarPlay y Android Auto están disponibles desde el acabado más básico. Eso sí, sólo por cable.

Esta unidad de pruebas equipa el acabado Zenith, el tope de gama. Con este acabado no echaremos nada en falta, y sobre todo si añadimos el paquete safety que incluye una gran batería de asistentes avanzados de conducción (ADAS). El precio de partida es de 27.575 € (sin descuentos), y el precio de esta unidad sin descuentos es de 36.880 €. Pulsa aquí para ver todo el detalle.

La dotación de estos sistemas es muy completa. El Mazda CX-30 está en lo más alto al disponer de elementos como el control de crucero adaptativo, los faros full led matriciales (solo disponibles en este acabado), ángulo muerto, alerta de colisión con frenado de emergencia, alerta de mantenimiento en el carril con dirección activa, alerta de tráfico cruzado y un elemento diferenciador, una cámara de infrarrojos, denominado sistema de alerta de fatiga del conductor.

Este sistema ya se presentó el año pasado en el Mazda3. Está ubicado en la parte superior izquierda del sistema multimedia. Esta cámara no solo monitoriza como conducimos y lo que hacemos si no que gracias a ella, el Mazda CX-30 es capaz de adecuar la respuesta de los diferentes asistentes a nuestro nivel de atención y, por ejemplo, subir la sensibilidad de la alerta de pérdida de carril si detecta que hemos apartado la vista de la carretera para hablar con nuestros pasajeros e incluso cambiar la música del equipo de sonido.

Altavoces Mazda CX-30 Skyactiv-X

También en cuanto a confort está repleto de detalles, con un climatizador muy eficaz (con salidas para las plazas traseras) asientos climatizados, equipo de sonido firmado por Bose, tapicería de piel, acceso y arranque con llave inteligente, etc.

Sólo hay una cosa donde este Mazda CX-30 Skyactiv-X sale perdedor, y es que no tiene un sistema HMI (interfaz hombre-máquina). Para buscar una canción entre tus archivos en el móvil o meter una dirección en el navegador hay que hacerlo a la antigua usanza, mientras que sus rivales empiezan a integrar asistentes tipo Alexa en sus sistemas multimedia. 

En sus rivales, con un simple «quiero escuchar canciones de Melendi» ya se reproduce las canciones de este artista en el sistema de audio. En el CX-30, más te vale parar en un lugar seguro apartado del tráfico y buscarlo a mano en tu móvil.

El Mazda CX-30 Skyactiv-X consume lo que promete

Logo Skyactiv-X Mazda CX-30 Skyactiv-X

El Mazda CX-30 Skyactiv-X me ha dejado muy claro que tiene una tecnología eficiente, sobre todo fuera de ciudad. En ciudad el consumo real ha sido de 6,5 l/100 km. Esta cifra demuestra que los motores de gasolina modernos pueden sacar consumos equivalentes a los diésel.

En carreteras cuyo límite de velocidad máximo oscile entre los 90 y los 100 km/h los 4,3 l/100 km son muy fáciles de conseguir. Incluso, estuve jugando a batir consumos, y en algún trayecto conseguí los 3,8 l/100 km. De todas maneras, con una conducción natural y realizando algún adelantamiento, el consumo medio es de 5 l/100 km. No está mal ¿verdad?.

En autovías y autopistas a 120 km/h reales con un recorrido de subida y de bajada con 1 puerto de montaña, el consumo fue de 5,7 l/100 km, de nuevo un consumo excelente. Cuando devolví el coche, el consumo medio del ordenador de abordo marcaba 5,6 l/100 km.

Con estas cifras tan buenas de consumo y un depósito de 48 litros, la autonomía del Mazda CX-30 Skyactiv-X supera fácilmente los 800 km.

Diseño
9
Motor
8
Comportamiento
9
Interior
9
Equipamiento
8
Consumo
9

Destacable

  • Consumos
  • Tacto del cambio manual
  • Diseño interior y exterior
  • Nivel de equipamiento

Mejorable

  • Plazas traseras
  • Recuperaciones