Sensaciones al volante

Probar los coches como si fueran nuestros.

MINI One 5 Puertas 1.2 Turbo 102 CV: El juguete de acceso a la gama

El <b>Mini One de 5 puertas</b> es un juguete con el que te lo vas a pasar muy bien conduciéndolo, como si fueses en un Kart "Go Kart Feeling".<b>¿Quiéres saber que se siente conduciéndolo?</b> Entra y descúbrelo:

El Mini One de 5 puertas es un juguete con el que te lo vas a pasar muy bien conduciéndolo, como si fueses en un Kart "Go Kart Feeling".¿Quiéres saber que se siente conduciéndolo? Entra y descúbrelo:

MINI tenía un mercado aún por descubrir en el segmento B, el mercado de las cinco puertas. Gracias a esto, la firma británica ha conseguido aumentar sus ventas de modelo íconico de la marca en los principales mercados internacionales.

Esta semana he tenido la oportunidad de poder probar el MINI “familiar” más económico de la gama, el MINI One de 5 puertas con un motor 1.5 Turbo tricilíndrico de 102 CV de potencia.

Las cinco puertas no terminan de encajar para muchas personas en la filosofía “MINI”, pero no cabe duda de que tiene su público y de que añaden una mayor comodidad en el día a día.

Tiene infinitas opciones de personalización

Independientemente de una estética “no tan MINI” o algo más “familiar”, el Mini One de cinco puertas mantiene las infinitas posibilidades de personalización, un detalle que los usuarios de la marca lo agradecerán sin lugar a duda.

Poder elegir el color del techo, los retrovisores, las llantas, y la variedad de acabados interiores hace que sea casi imposible encontrar dos unidades idénticas.

Conserva el aire MINI

La firma británica ha sabido conservar el aire MINI hasta tal punto de que es casi imposible diferenciar una unidad de tres o cinco puertas desde el frontal.

La forma y la posición de los intermitentes, me parece curiosa a la par que bonita.

Los faros son halógenos de serie, sin embargo, hay opción de que sean de LED (+ 850 €) o incluso LED adaptativo (+ 1.200 €), un extra que pagaría sin lugar a dudas.

El día que lo recogí, yo no sabía que esta unidad montaba los faros Full LED adaptativo, y ese mismo día según se acercaba la noche oscura, empezaba a llover muy, pero que muy fuerte, no se veía absolutamente nada.

Me encontraba conduciendo por una carretera completamente a oscuras y de repente ¡BOOM!, se iluminaba toda la carretera excepto el área correspondiente a los vehículos precedentes, lo que me asombró por completo porque aún en condiciones de muy baja visibilidad, conseguía ver absolutamente todo en la carretera. Simplemente una pasada.

Cada renovación es aún más grande

Con cada renovación, el MINI va siendo menos “mini”. Si nos fijamos en las medidas exteriores de la versión de cinco puertas, se puede ver como los escasos tres metros del original (3 puertas) son ahora casi cuatro metros (3,98), aumentando también en lo relativo a la anchura y a la altura.

La versión de cinco puertas ha perdido un elemento de gracia, las puertas sin marco. Sin embargo, la versión de tres puertas mantienen esta característica. En la versión de 5 puertas, han puesto una goma que no disimula en absoluto su existencia.

Para conseguir que los cristales traseros bajen completamente en MINI han optado por unas puertas de tamaño más pequeño de lo habitual (lo que repercutira en el acceso), y se ha añadido un tercer cristal fijo que llega hasta el portón.

Al igual que en la parte frontal, es casi imposible diferenciar una unidad de tres o cinco puertas desde la trasera. En el caso de la unidad que me han cedido hay que reconocer que la configuración elegida le da un toque dinámico al conjunto gracias a una bonitas llantas de aleación, el paquete cromado exterior y las ópticas de LEDS.

Además, en este último año, la firma británica ha añadido un paquete de diseño que incorpora una firma lumínica en los pilotos traseros de la bandera británica. Un detalle que al menos a mí, me parece muy bonito.

Tiene un interior sencillo y muy personalizable

MINI ha dejado atrás el cuentakilómetros en el centro para instalar un sistema multimedia de 8,8 pulgadas. Para mi gusto una decisión muy acertada.

Nada más sentarme por primera vez en este coche, me fijé en que el salpicadero es visualmente llamativo, está bien presentado y tiene una calidad al tacto bastante buena. Esa sensación se produce gracias al uso de plásticos acolchados y de piel en la gran mayoría de zonas visibles.

Para más inri, las innumerables opciones de personalización hace que cada cliente pueda escoger un interior a su gusto. Se puede escoger con varias molduras decorativas con distintos efectos (madera, simil a fibra de carbono …), colores claros y oscuros, tapizado en piel completo o parcial, volante normal o deportivo, pedales de aluminio, el paquete de iluminación interior por LEDS con varios colores, etc.

El tacómetro se regula junto el volante.

Uno de los puntos en los que más ha mejorado el MINI con la carrocería de cinco puertas es en la habitabilidad. Las plazas delanteras tienen una anchura algo justa pero suficiente para que dos adultos se encuentren cómodos.

Hay que hacer una mención especial a los excelentes asientos opcionales de corte deportivo que además de sujetar bastante bien el cuerpo, es una banqueta regulable en longitud. La postura al volante es muy buena y en pocos segundos podrás encontrar la posición de conducción adecuada.

Son 4 plazas reales

Cuando MINI se metió en la intrepidante aventura de hacer un coche de 5 puertas, creo que no se acordaron del quinto pasajero. Es una banqueta apta para tres pasajeros, pero la quinta plazas solo sirve para librarnos de un apuro. No es por la anchura, si no por el posa-latas situado sobre el túnel de transmisión que roba el poco espacio que queda.

El acceso a estas plazas traseras no es tan cómodo como podría parecer por tener 5 puertas. Antes he mencionado que MINI había optado por unas puertas traseras algo más pequeñas para conseguir que los cristales traseros bajaran completamente.

Esa decisión hace que para entrar y salir del coche haya que forzar demasiado la postura (No es válido para meter a personas mayores). En cualquier caso, es mucho mejor tener 5 que 3 puertas.

Con la batalla alargada se ha conseguido que el espacio disponible para las piernas ya no sea tan limitado. Cualquier adulto de hasta 1,80 metros no debería rozar con las rodillas en los respaldos delanteros y en las unidades con techo solar tampoco deberían tocar con la cabeza (pese a que ambas cotas son justas).

En lo relativo al maletero, la capacidad mínima es de 278 litros ampliables hasta los 978 si se retiran los respaldos de los asientos traseros. Tampoco es una cifra récord pero por fin se puede llevar el equipaje normal de dos o tres personas para un fin de semana. Bajo el falso suelo opcional se encuentra un hueco generoso, ideal para dejar objetos más delicados.

Motor “One”

En MINI, el apellido que acompaña al nombre del coche, no es el acabado, sino el motor que lleva. En el apellido One tenemos un motor de gasolina tricilíndrico de 1.5 litros con 102 CV de potencia y otro de gasóleo (OneD) con 95 CV.

Estos motores son los de acceso a la gama, ideales para el tráfico urbano y algo de carretera, pero a mi gusto, se quedan algo cortos para el chasis de este coche.

Para los que quieran más potencia bajo su pie derecho, deberán poner sus ojos en los Cooper con 136 CV en gasolina o el Cooper D con 116 CV en diésel. Por último los más dinámicos tienen la opción de los Cooper S y Cooper SD con 192 y 170 CV de potencia respectivamente.

Ojo, son todos motores de 1.5 litros de cilindrada. Si quieres un motor diésel, no podrá ser un pedido a fábrica, porque ya no se fabrican, tendría que ser uno de stock. En la versión más radical, John Cooper Works, el único motor disponible es el 2.0 de 306 CV de potencia.

¿Un tricilíndrico?

El nuevo motor 1.5 Turbo de 102 CV destaca por su agradable funcionamiento, una ausencia casi total de vibraciones y una sonoridad muy lograda que en ningún momento te indica que se trata de un tres cilindros (e incluso a un régimen alto tiene cierta “mala leche”). Solo caí en que era un tricilíndrico al mirar la ficha técnica.

Al tacto, todos los mandos transmiten calidad. Los del climatizador independiente además de ser vistosos, son fáciles de usar. El botón de arranque es otro guiño de diseño que se puede encontrar en el MINI de última generación.

Existen tres modos de conducción en esta unidad, (Normal, Green y Sport). Con el más eficiente Green, la respuesta es mucho más suave y parece estar falto de potencia en todo momento, siendo únicamente recomendable en ciclo urbano y en vías rápidas a alta velocidad.

En modo normal tiene una respuesta correcta sin más. No es un motor que me haya impresionado por prestaciones, aunque lógicamente con 102 CV tampoco se pueden hacer milagros. En modo Sport añade un poco más de brío pero en ningún caso, el motor de acceso a la gama, ofrece lo suficiente para sentir la esencia MINI.

Si queremos exprimir el motor y notar “la esencia de MINI”, debemos jugar muy bien con el régimen, no bajando de las 2.500 rpm y sin superar las 4.800 rpm, momento en el que deja de empujar. Es algo extraño en un gasolina y siempre que elevaba las vueltas, me daba la impresión de estar “capado” electrónicamente.

Cambio manual de 6 relaciones

En el caso de esta unidad, equipa un cambio manual de 6 relaciones, preciso y duro, a la pura esencia MINI, sin embargo, es algo incómodo por la posición del reposabrazos central, aunque esté se puede levantar. Existe la opción de un cambio automático de doble embrague con 7 relaciones.

Las maniobras de adelantamiento se pueden realizar con más o menos seguridad siempre y cuando esté seleccionada la marcha adecuada. En sexta se eterniza, en quinta tampoco cuenta con mucho brío y sólo en tercera o cuarta responde con cierta agilidad.

En definitiva me ha parecido un motor básico suficiente pero muy inferior por tacto, prestaciones y consumos al 1.5 Turbo que llevan los Cooper (de los que hablaré más adelante).

Creo que si no se va muy justo de dinero merece la pena dar el salto y elegir el Cooper por encima del One. La diferencia es de 2.700 € pero trae más equipamiento de serie, como el climatizador automático de dos zonas, retrovisores pintados, maletero con doble fondo y apliques en carbono entre otros.

La diferencia con otros está en el comportamiento dinámico

Si hay algo en lo que la firma británica nunca falla es en su comportamiento dinámico. Dependiendo del motor que elijas, notarás más o menos esa sensación de ir conduciendo un kart (Go Kart Feeling).

Durante la semana, me he dado cuenta de una cosa, es el coche ideal para aquellos que quiere iniciarse en la conducción deportiva con un coche predecible y capaz de enseñarte hasta donde puedes llegar, sin correr ningún peligro.

Se puede equipar un Head-Up-Display por 555 € más.

Venía de un Hyundai Kona, un coche que tiene una dirección muy asistida debido a que la filosofía de ese coche es la ciudad. Al montarme en el MINI por primera vez, dije “¡Ostras!, que dura está esta dirección.” Sin embargo, a medida que fueron cayendo los kilómetros, ya no me resultaba tan dura 🙂

La dirección tiene mucha capacidad informativa, y tiene una facilidad de guiado y una rapidez extraordinarias  . He conducido el MINI de la generación anterior y al contrario de este, ya no es necesaria la máxima concentración para mantener la trayectoria, haciendo que los viajes sean más cómodos (antes era tan rápida que cualquier presión sobre el volante provoca un movimiento instantáneo).

En ciudad la dirección quizás no sea tan blandita como las que encontrarás en sus competidores pero te aseguro que no podrás ponerle pegas, solo a la hora de aparcar. Pero con los sensores de aparcamiento y la cámara trasera, no vas a tener ningún problema. Aparcar es un juego de niños.

Llegó la hora de la diversión

En general todos los mandos del MINI presentan un tacto bastante duro que puede llegar a ser agotador en ciudad. La palanca de cambios o los pedales requieren hacer más esfuerzo de lo normal y por más que sea cuestión de acostumbrarse, cuando se conduce cualquier otro vehículo se agradece la mayor suavidad.

Cuando llegan las curvas, no te vas a sentir defraudado, es ágil, rápido, no tiene ningún balanceo de carrocería, es capaz de enlazar curva tras curva, sin inmutarse, lo que hace que te incite a ir cada vez más y más rápido.

La inmediatez con la que obedece a cada orden del conductor hace que además de “comerse” las curvas, resulte gratificante y divertido. La esencia MINI está bien presente en cada momento incluso en este básico One hasta el punto de parecer excesivamente escaso de motor para las posibilidades del chasis (y ya te aseguro que te arrepentirás si escojes este motor, merece algo más potente).

Un sin fin de extras que incrementará la factura

El sistema multimedia es compatible con Apple CarPlay y Android Auto.

El MINI One de 5 puertas con el motor de gasolina de 102 CV y cambio manual parte de los 21.400 € El precio de esta unidad, con algunos extras (y os aseguro que no son muchos) asciende hasta los 32.555 € (algo elevado para un modelo de esta potencia). Si quieres ver la configuración de este modelo, pulsa aquí.

Aquellos que quieran lo último en info-entretenimiento deberán elegir el sistema de navegación con pantalla de 8,8 pulgadas. Es un equipo muy completo y sencillo de manejar. Desde aquí se controlan casi todos los parámetros del vehículo, el ordenador de viaje, los modos de conducción, el acceso a internet, aplicaciones, los sensores de parking e incluso la cámara de visión posterior.

Los mandos del sistema de info-entretenimiento están entre los asientos delanteros (tras la palanca de cambios). Aunque pueda parecer que no es una ubicación muy cómoda, resultan intuitivos y a los pocos días no tendrás que desviar la vista de la carretera.

Si quieres ampliar la dotación del One puedes elegir muchos elementos de un listado que no parece tener fin: acceso y arranque sin llave, antinieblas LEDS, control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril, espejo interior fotosensible, cámara trasera, sensores de parking, cuero, techo solar doble, faros LED, cambio automático, etc. Si no te controlas podrás aumentar considerablemente el precio final del vehículo.

Su consumo es normalito

Este MINI no me ha sorprendido por sus consumos. Intenté bajarlo lo máximo que pude y lo mínimo que obtuve fué un consumo medio de 6 l/100 km. En carreteras secundarias los 5,5 l/100 se hacían más que presentes mientras que en autovía a velocidades constantes de 120-130 km/h de marcador la cifra obtenida fue de 6,5 L/100. En ciudad ronda los 7,5 L/100 salvo que el tráfico complique las cosas.

Para terminar, este coche me ha sorprendido por su dinamismo (es muy divertido de conducir), pero no por sus consumos, ni por su habilidad, ni por la habitabilidad en las plazas traseras.

Diseño
7
Motor
7
Comportamiento
8
Interior
7
Equipamiento
7
Consumo
7

Destacable

  • Comportamiento dinámico
  • Mayor espacio interior que en la versión 3 puertas
  • Go Kart Feeling

Mejorable

  • Situación de la palanca de cambios, debería estar más adelantada para no golpear con el reposabrazos
  • Su precio base no justifica el poco equipamiento de base
  • Escogería un motor de gasolina más potente para explotar al máximo su chasis.